Murcia se ha convertido esta semana en el epicentro de la política nacional y madrileña cuando el martes los diputados de Ciudadanos y del PSOE registraban en la Asamblea de Murcia una moción de censura contra el Ejecutivo popular de Fernando López Miras. Pero en una vuelta de tuerca casi inesperada y que ha muchos les ha recordado el ‘tamayazo’ madrileño, tres diputados de Ciudadanos se arrepentían misteriosa y sorpresivamente y anunciaban junto al presidente que harían fracasar la moción y que, además, se incorporaban los tres al nuevo Ejecutivo, una de ellas será vicepresidenta y los otros dos consejeros. ¿Se trata de una compra de voluntades? ¿trasfuguismo? ¿corrupción pura y dura?

Para el portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, Edmundo Bal, está clarísimo y ha afirmado en rueda de prensa que “tenemos que asistir a un nuevo caso de corrupción del PP en Murcia. Hoy nos hemos encontrado con el acto de corrupción de comprar la voluntad y el silencio con dinero, cargos y poder”. Así lo entiende el dirigente naranja y ha explicado que “tres diputados que se presentaron con nuestras siglas van a ser nombrados consejeros del Gobierno de Murcia para convertirlos en cómplices, para que la lista de personas vacunadas no salga de la caja fuerte”. Estas palabras explican una parte de las motivaciones que llevaron a los diputados de Ciudadanos a presentar la moción contra los que hasta la semana pasada eras sus socios de Gobierno. Y es que tienen fundadas sospechas de que en Murcia, concretamente en algunas consejerías, se ha vacunado a centenares de personas que se han saltado las listas y los grupos de vacunación. Otra de las causas que justifican la moción, según Ciudadanos, son las abundantes pruebas de contratos troceados por la administración murciana para darlos a dedo a empresas amigas.

Por eso los seis consejeros que sostenían el Gobierno del popular López Miras decidían unir sus fuerzas con el PSOE para desalojar al partido conservador que lleva instalado en el poder en la Región durante más de 25 años.

Bal aseguró que “hoy se ha demostrado que acertamos presentando la moción de censura, pusimos el dedo en la llaga, si no, no se explicar que el PP haya roto el pacto antitrasfuguismo”. Pero lejos de arrepentirse de sus decisiones, el portavoz ‘naranja’ solicitó a los 45 diputados de la Asamblea “que voten en conciencia”. Y añadió que “es evidente que el PP tiene mucho que ocultar, de lo contrario no se explica un acto de corrupción de tan poca dignidad que compra el silencio y se aprovecha de los tránsfugas”.

Bal recordó que “las tres personas que van a ser consejeros del Gobierno murciano firmaron el martes pasado la moción tras una reunión de dos horas del Grupo Parlamentario de Cs en Murcia”, por lo que, asegura, “nadie puede dudar que se han vendido”. “Hay veces que hay que elegir entre los valores y principios o el cargo público y el poder”, y ha aprovechado para “decirles a los cómplices de la corrupción que se lo piensen bien”, porque “el nombre y la dignidad es el único patrimonio que tenemos, el bien más preciado de un ser humano”.