La jornada electoral de este domingo ha dejado una derrota innegable para Citadans, que solo tiene el precedente de los resultados nacionales del pasado 20N. El partido naranja ha pasado de ganar las elecciones en Cataluña y obtener 36 escanos en 2017, a ser irrelevante hoy en día con 6 escaños. Ante este fracaso estrepitoso, su presidenta Inés Arrimadas, que ha perdido el 83% de los diputados, ha dicho que no va a dimitir porque alguien tiene que seguir tirando de esta formación. “No hemos sido capaces de movilizar a los votantes constitucionalistas”, ha reconocido Arrimadas tras tratar de atribuir la caída a la abstención que fue del 53,46%. En lugar de hacer lo mismo que Rivera, la líder naranja considera que alguien tiene que “seguir adelante con este proyecto”.
Derrota histórica de Ciudadanos. No puede definirse de otra manera lo sucedido este domingo en los comicios de Cataluña, donde el partido político sufrió una pérdida del 83% de los diputados que consiguió en 2017, cuando logró ganar las elecciones en la región. Siguiendo esta línea, el partido de Inés Arrimadas tan solo ha obtenido un 5,56% de los votos y seis escaños en las elecciones del 14-F, lo que supone una caída de casi 20 puntos porcentuales y 30 escaños.
Debido al gran desplome del partido, Ciudadanos ha pasado de ser líder en 2017 a irrelevante en 2021, cayendo ahora al séptimo puesto y habiendo perdido más de 950.000 votantes, quedándose con casi 160.000.
En un contexto general, el triunfo de los comicios del 14-F lo logró el PSC, a quien ERC le pisó los talones muy de cerca, al conseguir ambas formaciones políticas 33 escaños. No obstante, lo realmente significativo de las elecciones fue el gran crecimiento de Vox, que entró con fuerza en el Parlament logrando 11 diputados. Asimismo, la CUP obtuvo nueve y Comú Podem, ocho.
Ahora todas las miradas se posan en Arrimadas, por encima del propio candidato Carlos Carrizosa. La líder de Ciudadanos se había volcado en gran medida en la campaña electoral de estos comicios, multiplicando su presencia en dichos actos con el fin de conseguir movilizar a sus votantes como en 2017.
Pese a que la líder no consiguió su cometido, Arrimadas ha descartado su dimisión, estableciendo que tanto ella como su equipo están decididos a “seguir adelante con este proyecto”. Asimismo, lejos de hacer autocrítica, la presidenta achaca los bajos resultados de su partido a la escasa participación de la población catalana en los comicios, donde apenas fueron a las urnas el 53,46%.
Así lo ha comentado en unas declaraciones para Onda Cero, donde ha asegurado que han aprendido de los errores con “humildad”, pero que el principal problema fue la participación. En este sentido, la dirigente ha alegado que “sin duda, con un 50% de participación, las proyecciones que teníamos eran terribles y al final se han cumplido”, de manera que es una “pena” y “terrible” lo que suponen estos resultados para Ciudadanos y para “el constitucionalismo”.
A juicio de Arrimadas, “para lo único que han servido” estos comicios ha sido “para que para que el independentismo se haya visto reforzado” y la líder de Ciudadanos ha insistido en que su partido ha tenido “muy difícil” movilizar a su electorado, ya que desde un principio ha defendido que “en plena tercera ola no se debería ir a votar”.
Carrizosa también descarta su dimisión
Por su parte, el líder de Ciudadanos en Cataluña, Carlos Carrizosa, también ha descartado su dimisión, ya que, según ha expuesto en unas declaraciones para Antena 3, “no se soluciona nada abriendo crisis en el partido”. Por ello, Carrizosa ha llamado a la “unidad” y el “trabajo” para poner en marcha una nueva era de reforzamiento en el partido.
Además, siguiendo de ejemplo las declaraciones de la presidenta de Ciudadanos, Carrizosa también ha achacado los malos resultados electorales de su partido a la baja participación, así como al hecho de que sus votantes están “en el centro, bastante despolitizado”. Asimismo, el presidente del partido en Cataluña ha asegurado que “el Parlament resultante no representa con fidelidad la pluralidad de la sociedad catalana”.
Desplome similar al de 2019
Esta no es la única ocasión donde la formación naranja ha sufrido una importante caída, y es que en los comicios generales celebrados el 10 de noviembre de 2019, el partido, en ese momento dirigido por Albert Rivera, logró tan solo diez diputados en el Congreso, frente a los 57 que obtuvieron en abril.
Siguiendo esta línea, cabe resaltar que el hundimiento de 2019 fue especialmente significativo en Cataluña, donde se dejaron más de 260.000 votantes respecto a las elecciones generales de abril, ya que pasaron de un 11,5% a un 5,6% de los votos, y perdieron tres de sus cinco diputados en las circunscripciones catalanas.
Estos bajos resultados provocaron que Rivera dimitiese como líder de Ciudadanos y que dejase la política. En su lugar, Arrimadas ocupó su puesto, tras vencer en unas elecciones primarias a su rival, Francisco Igea, en marzo de 2020.
Vox, muy por encima de Ciudadanos y PP
Lo realmente sorprendente de las elecciones ha sido lo sucedido con el partido político de derecha, Vox, que ha logrado entrar en el Parlament con 11 escaños. Estos datos doblan los obtenidos por Ciudadanos y casi cuadruplican la representación del PP. La formación de extrema derecha se convierte de esta forma en la cuarta fuerza política, con más escaños que Ciudadanos y PP juntos.
Ante este auge, Carrizosa ha establecido que el partido de ultraderecha ha conseguido dicha representación a costa de Ciudadanos, logrando lo que ha denominado como “el voto del cabreo”, ya que los votantes siempre tienen “más motivos” para acudir a las urnas por estar “más politizados” y “en los extremos”.