Isabel Díaz Ayuso, la presidenta madrileña, al contrario que el resto de las CCAA vuelve a relajar las medidas implementadas hace apenas una semana contra el coronavirus. Ha anunciado una ampliación del máximo de personas en reuniones en las terrazas de cuatro a seis y adelanta que volverá a retrasar el toque de queda a las 12 de la noche. Mientras, la incidencia en Madrid ha crecido en el último mes un 123% y ya supera los 1.000 casos por 100.000 habitantes. La presidenta, no obstante, echa balones fuera y señala al Gobierno central como los culpables de la situación actual y los responsables de tomar medidas más contundentes.
“Para arruinar a la hostelería en España, conmigo que no cuenten”, declaraba la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, hace dos semanas tras negarse a ampliar las medidas de restricción ante el golpeo de la tercera ola de coronavirus. Ahora, según unos datos recogidos por la Cadena Ser del observatorio regional del BBVA, parece que su laxitud de medidas y su huida de toda responsabilidad no han servido ni para salvar ni para proteger la economía de la capital, que sufre más que otras que han tomado medidas mucho más estrictas desde la llegada de la pandemia.
Ahora, La Ser ha revelado unos datos recogidos por el observatorio regional del BBVA que muestran que la economía madrileña ha salido más perjudicada con unas medidas más laxas que otras que han tomado medidas mucho más duras. La Comunidad Valenciana, que mantiene restricciones estrictas, muestra una pérdida del 11’12% del PIB, mientras que Madrid muestra un 11’15%. El paro en la región mediterránea aumenta en un 14,79%, en Catalunya un 32’5% y en Madrid un 36%. La quiebra de empresas en la capital también se muestra considerablemente mayor que en las otras dos comunidades. De esta forma, declaraciones como “para arruinar a la hostelería en España, conmigo que no cuenten”, se convierten en bazofia polítíca, ya que cambia vidas por cuatro duros más en las hostelería. Ni salvar la hostelería, ni la economía, mientras la sanidad se encuentra al borde del colapso. Su gestión le ha valido numerosas críticas internas, la última la del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que declaró el domingo: “Madrid ha optado por una decisión por la que yo no me sentiría responsable”.
Hasta ahora, la estrategia de Ayuso ha sido la de echar balones fuera y señalar al Gobierno central para que aplique medidas más duras mientras su gestión se niega a endurecerlas. La excusa, “hacer el menor daño posible a la economía”. Ayer mismo la presidenta anunciaba que el viernes relajará de nuevo las medidas de restricción ampliando las reuniones al aire libre de cuatro a seis personas y que, en cuanto pueda, volverá a atrasar el toque de queda a las 12 de la noche a pesar de que la comunidad ya supera la incidencia de 1.000 casos por 100.000 habitantes. Mientras, volvía a apuntar al Gobierno central para que tome medidas más drásticas, culpándoles de la gravedad de la situación.
Sin embargo, los datos adelantados hoy por La Ser avanzan una pérdida económica del 11’15% en Madrid, dato que ha sido comparado con otras dos comunidades que han tomado restricciones mucho más duras, Cataluña y la Comunidad Valenciana. El PIB de la Comunidad Valenciana cae un 11’12% tras mantener la región cerrada al completo desde la llegada de la segunda ola y prácticamente durante toda la duración de la pandemia. También sostienen un cierre de hostelería y comercio a las 18 horas frente a las 21 horas impuestas ahora en Madrid, que Ayuso planea no prorrogar durante mucho tiempo, y unas reuniones limitadas al núcleo familiar o a dos personas no convivientes en la calle.
Cataluña registra unas pérdidas algo mayores del PIB del 12’48% pero sus datos de destrucción de empleo y quiebra de empresas son mejores que los madrileños. En Cataluña, el porcentaje de sociedades mercantiles disueltas es del 11% mientras que en Valencia consiguen que se disuelvan un 11% menos con respecto al ejercicio anterior. En Madrid el número de empresas en quiebra crece un 18’8%. Los datos del paro actualizados por la EPA muestran que la Comunidad Valenciana es la que menos empleo destruye de todo el país con una caída del 14,79%, mientras que en Cataluña asciende al 32’5% y en Madrid al 36%.
El sábado pasado Ayuso volvía a criticar la dureza de las medidas en otras regiones aprovechando su reunión con el candidato por el PP a las elecciones catalanas, considerando “un delito” que se mantuviera la hostelería cerrada en esa comunidad. “Con el clima que tenéis, tenerlo todo cerrado, tener a la gente en sus casas, tener a la gente arruinada y decir que esa es la manera de sortear la epidemia”, criticaba, defendiendo su gestión de inacción completa como la eficaz. Las medidas de contención de Catalunya han mostrado ser mucho más eficaces que las madrileñas, con un aumento de su incidencia en el último mes del 56% frente al 123% de Madrid. Valencia ha sido la región más castigada por esta tercera ola con un incremento del 258%, pero su ocupación en camas UCI crece a la par con Madrid, 34 y 27 puntos respectivamente.
FEIJÓO: “MADRID HA OPTADO POR UNA DECISIÓN POR LA QUE YO NO ME SENTIRÍA RESPONSABLE”
Lo cierto es que todas las comunidades registran pérdidas ante el escenario pandémico, pero las excusas de Ayuso para evitar responsabilidades y salvar la economía demuestran no ser efectivas según las aproximaciones adelantadas por BBVA. Su gestión le ha llevado a críticas dentro de su propio partido, la última la del presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, con sus declaraciones el pasado domingo. “Madrid ha optado por una decisión por la que yo no me sentiría responsable”, criticaba ante la inacción de Ayuso de cerrar hostelería.
El resto de presidentes autonómicos del PP también han optado por medidas mucho más contundentes como son los casos de Alfonso Fernández Mañueco, de Castilla y León, Juanma Moreno de Andalucía y Fernando López Miras en Murcia.
Las críticas internas a Ayuso vienen desde el comienzo de la pandemia. Ya en mayo fuentes internas revelaban a la Cadena Ser que consideraban su estrategia un “despropósito” que estaba sirviendo para elevar las tensiones con sus socios de Gobierno, Ciudadanos, tras la decisión unilateral de avanzar a la capital de fase de confinamiento a pesar de que no cumplía los requisitos marcados por Sanidad. “Ha perdido por completo el relato de la gestión de la crisis y su estrategia empieza a hacer aguas”.
En septiembre numerosos barones del PP criticaban que Ayuso estaba “haciendo daño a la marca” del partido ante su incapacidad en la gestión del coronavirus. “Isabel Díaz Ayuso fue una apuesta exclusiva y personal de Pablo Casado. Le falta experiencia y ocupa un puesto donde hace falta mucho cuajo. Ha sido una semana horrible. La sensación de improvisación que transmite está dañando a la marca PP en un momento en el que lo que nos interesa es recuperar el mensaje de partido que sabe gestionar. Nos está haciendo mucho daño a todos. Casado debería reflexionar sobre esos nombramientos tan, tan personales”, revelaba un barón en declaraciones recogidas por El País refiriéndose también al cese de Cayetana Álvarez de Toledo.
CASADO INTENTA MANTENER SUS POLÍTICAS DE PANDEMIA
El líder del PP, Pablo Casado, parece ser de los pocos que mantiene el apoyo a Ayuso en su intento por continuar haciendo política de pandemia, un intento que se está viendo entorpecido por los propios dirigentes populares ante su gestión más dura contra la pandemia. Casado evitaba ayer entrar en estas contradicciones internas declarando en una entrevista para “Hoy por hoy” de La Ser que tanto Feijóo como Ayuso “lo están haciendo exactamente igual” en su estrategia contra la tercera ola a pesar de que las medidas en Galicia son visiblemente más contundentes. Seguía criticando al Gobierno en coalición aunque exigía un “plan nacional” frente al Covid mientras defendía que cada comunidad tome sus propias decisiones.
UN INFORME DEL FINANCIAL TIMES YA ADVIRTIÓ DE QUE LAS MEDIDAS LAXAS NO FUNCIONAN
En septiembre el diario británico Financial Times elaboró un extensísimo informe recopilando datos de todo el mundo sobre el coronavirus. En este análisis hablaban de “El dilema de la reapertura” donde mostraban que un optimismo demasiado temprano en Europa que resultó en la relajación de las medidas se tradujo más tarde en un nuevo repunte de casos. En conclusión, apuntaban que aquellos países que habían conseguido evitar más muertos habían sido los mismos en evitar un mayor perjuicio económico como son los casos de la mayoría de países orientales como Vietnam, Japón, Indonesia y Corea del Sur. Mientras, los países con más pérdidas de vida se posicionan como los más afectados a nivel económico. Aquí España se sitúa junto a otros como Reino Unido, Bélgica, Italia, México, Argentina y Francia.