Tras una de las jornadas más negras en la historia de la democracia de los EEUU, el Congreso ha ratificado los resultados de las elecciones del pasado mes de noviembre que dieron la presidencia del país al demócrata Joe Biden. El asalto de los defensores de Trump se ha saldado con cuatro muertos y decenas de heridos, pero solo ha servido para poner de relieve la senda antidemocrática por la que transita el político republicano desde hace mucho tiempo.
Las imágenes de una turba enfervorecida asaltando la sede de la democracia estadounidense quedarán siempre para la historia. Pero este jueves ha vuelto la sensatez y la normalidad tras la movilización de la Guardia Nacional y la recuperación del Capitolio en el que senadores y congresistas han ratificado la victoria de Joe Biden que tomará el relevo a Trump el próximo 20 de enero.
Tras debatir los resultados de electorales de los Estados, los representantes de pueblo americano han ratificado la elección de Joe Biden y de Kamala Harris como presidente y vicepresidenta del país más poderoso del mundo.
Tras los incidentes, el actual vicepresidente, Mike Pence, que formó tándem con Donald Trump, ha afirmado con contundencia que “a quienes desataron el caos en nuestro Capitolio: ustedes no han ganado. La violencia nunca gana”. Y reanudó la sesión siete horas después de la irrupción en el edificio de una enfervorecida masa de seguidores de Trump que superaron la barrera policial, rompieron cristales y entraron en los despachos de los senadores y congresistas dejando imágenes propias de un ‘golpe de Estado’ incitado por el propio presidente saliente, Donald Trump.
Pero las reacciones han sido contundentes. Los tres expresidentes: Bush, Clinton y Obama denunciaron en sus redes sociales lo ocurrido e invitaron a Trump a defender la Constitución tal y como juró cuando ocupó el cargo. Ya nadie, o casi nadie apoya a un presidente que, además, ha visto como Twitter, Facebook o Youtube han suspendido sus cuentas por lanzar mentiras y más mentiras sobre la ilegitimidad del proceso electoral.
Pence concluyó que “este anuncio (el del presidente electo) debe considerarse una declaración suficiente de quiénes son las personas elegidas como presidente y vicepresidenta de los Estados Unidos”.
TRUMP PROMETE QUE LA TRANSICIÓN SERÁ ORDENADA
Inmediatamente después del anuncio, parece que Trump desiste de sus intenciones ante la reacción contraria a su golpista estrategia. Ha dicho a través de su asesor de comunicación que se compromete a “una transición ordenada el 20 de enero” cuando Biden recoja el testigo. Eso sí, sigue defendiendo que “estoy totalmente en desacuerdo con el resultado de las elecciones”- Así lo prometió hace meses a sus seguidores y así seguirá siendo. Donald Trump no reconocerá nunca la derrota e incluso amenaza con presentarse a las elecciones dentro de cuatro años. Por tanto, el trumpismo no desaparecerá de la noche a la mañana. “Siempre he dicho que continuaríamos nuestra lucha para asegurar que solo se contaban votos legales. Aunque esto representa el fin del mejor primer mandato en la historia presidencial, solo es el comienzo de nuestra lucha para hacer a Estados Unidos grande de nuevo”, ha cerrado Trump dejando claras sus intenciones.