El balance de vacunación en España ha dejado datos pésimos del inicio de la campaña. En España tan solo se han utilizado un 11% de las 718.535 vacunas que han llegado, vacunando a 82.834 personas. Tan solo dos comunidades han sido capaces de superar la administración del 50% de las dosis, Asturias con un 81%, el más alto, seguida de Galicia que ya desciende hasta el 51%. A la cola se encuentran Extremadura, con un 7%, Cantabria con el porcentaje más bajo, un 5%, Cataluña con un 13% y Madrid con un 6%. Madrid es el caso más grave de todos por la falta de recursos y personal destinado a la campaña, hecho que ya denunciaban ayer los sanitarios. La comunidad ha destinado la cifra ridícula de 59 parejas de enfermeros para inmunizar a toda la población, alcanzando solo 3.090 vacunados desde que llegaron las dosis. Este porcentaje servía ayer al consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, como excusa para justificar la privatización del proceso. Hoy se conocía el primer contrato entregado a dedo a una empresa privada, la Cruz Roja, contrato que se cerró el pasado día 29 de diciembre, antes de que Madrid pudiera conocer el balance de vacunación e incluso antes de que recibiera gran parte de las dosis. No obstante, esto no fue obstáculo para que la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, volviera a culpar al Gobierno estableciendo que es su cometido el organizar la campaña de vacunación. Ahora, la Consejería de Salud desembolsará un total de 804.098 euros para contratar la ridícula cantidad de 25 trabajadores.
El balance de vacunación en España comienza con unos datos pésimos. En total, han llegado al país 718.535 vacunas que se comenzaron a repartir el día 27 a las Comunidades Autónomas, de estas tan solo se han utilizado algo más del 11% de las dosis, vacunando únicamente a 82.834 personas desde la llegada del fármaco de Pfizer con BioNTech. No obstante, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha asegurado hoy en su habitual rueda de prensa tras el Consejo Interterritorial de Salud que la campaña está “evolucionando correctamente” y que durante esta semana alcanzará una “velocidad de crucero” a pesar de que ninguna comunidad ha cumplido los objetivos marcados para la primera semana.
La mayoría de las dosis se administraron ayer lunes cuando el Gobierno repartió 360.000 unidades a lo largo de las comunidades pero, por el momento, la pandemia avanza a pasos más rápidos que la vacunación. En España en una semana se han acumulado 79.431 nuevos casos que se espera que aumenten ya que las fiestas han causado un retraso en la llegada de información. “Hay retrasos de notificación; no nos llevemos a engaño, porque la pandemia en nuestro país sigue creciendo”, explicaba Illa.
Algunas comunidades sí están volcando sus esfuerzos como es el caso de Asturias, que ha administrado el 81% de las dosis que ha recibido, con 9.707 vacunados. Le siguen Galicia, que ha administrado un 51% con 9.500 personas y Castilla y León que se queda en un 44% con 11.154 vacunados. En un lugar intermedio se encuentran Andalucía que ha administrado el 37’2% de las dosis, 26.464 vacunas de las 70.000 que han recibido y Canarias con un 27% de las dosis, 4.593 personas.
Cantabria, Madrid, Extremadura y Cataluña se encuentran a la cola de esta lista con los porcentajes más pequeños de vacunación. Cantabria y Extremadura han administrado un 5 y un 7% de las dosis recibidas, sumando 304 y 753 vacunados respectivamente. Especialmente graves son los casos de Madrid y Barcelona por su alto porcentaje de población y casos y la lentitud a la hora de inmunizar a la población. La Generalitat apenas ha alcanzado el 13% de las dosis utilizadas, sumando 8.293 personas que han recibido una inyección, comenzando la campaña sin los recursos necesarios para sacarla adelante. La comunidad no disponía de los frigoríficos suficientes para transportar el fármaco y, aun así, se han destinado más recursos que en Madrid.
MADRID PRIVATIZA EL PROCESO DE VACUNACIÓN TRAS BOICOTEAR LA CAMPAÑA
La Comunidad de Madrid solo ha sido capaz de administrar 3.090 dosis, un 6% de las recibidas. Tan solo seis días antes de recibir el fármaco, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, levantaba una nueva polémica contra el Gobierno central porque estimaba que el número de dosis que va a recibir la región es “realmente bajo” y denunciaba que eran necesarias más. Ahora, se estima que de las 48.750 dosis que recibirá la capital española cada lunes durante las próximas doce semanas, con los recursos desplegados hasta ahora solo serán capaces de cubrir un 30% en el mejor de los casos.
Este ridículo porcentaje servía ayer como justificación para que el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ignorase las peticiones de la sanidad pública de invertir más recursos y abriera la puerta a asignar contratos de vacunación a empresas privadas. “Ahora mismo en una situación de pandemia uno tiene que utilizar todos los recursos que sean necesarios para poder administrar las vacunas, ya sean recursos pues tanto públicos y privados en el caso de que sean necesarios”, declaraba para La Hora de la 1. Mientras, sanitarios denunciaban la falta de inversión para la campaña, habiendo designado tan solo a 59 parejas de enfermeros frente a las 500 que trabajan en otras comunidades como Cataluña o Andalucía y negándose a reorganizar personal para que trabajen también durante los fines de semana. Además, señalaban que recibieron jeringuillas defectuosas inservibles para inyectar las dosis.
Ahora, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha adjudicado un contrato a dedo por valor de 804.098 euros a la Cruz Roja para que ayude en la campaña de vacunación. Esta cantidad supondrá un gasto para la Consejería de Sanidad de 133.512 euros al mes y servirá para contratar la insignificante cantidad de 25 trabajadores. El contrato fue ratificado ya el día 29 de diciembre, antes de recibir gran parte de las dosis y conocer el balance, pero no se ha anunciado hasta hoy. La Comunidad de Madrid justifica este contrato como “una emergencia de carácter inaplazable” que aportará unos trabajadores que “sirvan de refuerzo inmediato a los centros fijos previstos, y mejoren la accesibilidad a la vacunación de las personas más vulnerables”.