El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, acudió a Valencia el pasado viernes para exponer el nuevo proyecto de transformación ferroviaria entre la Estación de València-Nord y la de Joaquím Sorolla, con un presupuesto de 3.000 millones de euros. La reforma incluye atender puntos estratégicos como la Fase 3 del canal de acceso, Estación Central y Túnel Pasante. Al día siguiente, también fue el ministro socialista el encargado de inaugurar una exposición conmemorativa y fotográfica, tras cumplirse diez años de la conexión Madrid- Valencia en AVE.
El 19 de diciembre del 2010 fue el día que marcó un antes y un después en la conectividad de Valencia acercando el intercambio social, económico y cultural junto con la Comunidad de Madrid. Esta línea de AVE fue llevada a cabo gracias a una inversión de 6.600 millones de euros, de los que cerca de 2.000 millones correspondieron a ayudas de la Unión Europea. El Ejecutivo se ha querido sumar a esta celebración que superó el medio millón de viajeros en solo los primeros cien días con la visita durante el pasado fin de semana del ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, quien presentó el pasado viernes el proyecto integral para la transformación ferroviaria de la ciudad tras hacérselo saber al presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y al alcalde de València, Joan Ribó.
Hace apenas una década, 129.000 usuarios viajaron en sus trenes para minimizar las horas del trayecto gracias a esta línea compuesta por 391 kilómetros de vía, estimándose un 125% más de movilidad entre ambas ciudades que en el ejercicio precedente al año. Esa movilidad se había triplicado. Desde el Gobierno central se abordará esta remodelación, acordada desde marzo del 2019, transformando la segunda Plataforma València-Castellón, con 62 kilómetros de doble vía adicional a la ya existente y la finalización de su Estudio Informativo aproximadamente en septiembre de 2021. También se contemplan reformas clave como la Fase 3 del canal de acceso junto con el derribo del puente de Giorgeta, el Túnel Pasante y su nuevo túnel ferroviario que discurrirá en dirección sur-norte, desde la futura estación subterránea Central de València hasta el entorno del límite de los términos municipales de Alboraya y Meliana a partir de 9 kms y varias estaciones de cercanías más la ampliación de la Estación Central.
Con el objetivo de actualizar las instalaciones ferroviarias a las circunstancias actuales y futuras, también se pretende avanzar hacia una cohesión urbana verde, paisajística, ecológica y sostenible. Para ello, se destinará un presupuesto superior a los 3.000 millones de euros. El responsable de Mitma ha anunciado la consiguiente restauración de la estación Joaquín Sorolla para atender el aumento de demanda hasta que se finalicen las obras del túnel pasante y de la futura Estación Central.
Para conmemorar este décimo aniversario valenciano-madrileño, Renfe ha inaugurado una exposición fotográfica dividida en dos secciones: la primera de ellas se ha instalado en el vestíbulo de la estación de Valencia Joaquín Sorolla, mientras que para la segunda se ha elegido el interior de un tren Ave de la línea. El ministro socialista también fue el encargado de hacerlo público durante el pasado sábado 19 de diciembre. La exhibición artística estará compuesta por 193 fotografías, 26 en la estación y 167 en el interior del tren, procede del archivo de Renfe e incluye colecciones de varias exposiciones realizadas desde la puesta en marcha del servicio hasta nuestros días. Esto permitirá adentrarse en la historia y evolución de dicho transporte a todo aquel que la visite.
En esta línea circulan unos 3,8 millones de viajeros anuales, pero en un periodo de 5 años, de acuerdo con los estudios de su Departamento sobre la demanda, estos 3,8 millones de viajeros podrían superar la cifra de los 9,6 millones. Ábalos ha señalado que el ferrocarril representa el 42% de la inversión total de su Departamento, que se traduce en 5.876 millones de euros, 1.567 millones más que en 2020. Se trata de un impulso decidido que reportará indudables beneficios y para alcanzar esta meta serán esenciales los corredores Mediterráneo y Atlántico. Una vez superado este terrorífico episodio epidemiólogo, se prevé que los viajeros aumentarán de media un 50% el número de trenes, lo que debería significar una reducción de los precios de la que todos los viajeros podrán beneficiarse.