La canciller alemana, Angela Merkel ha alcanzado un acuerdo con los 16 estados federados para decretar unas restricciones duras tras el pico de la pandemia alcanzado el pasado viernes. El país registró 29.875 nuevos contagios y 598 muertos, su cifra más alta desde que comenzó la pandemia y que ha llevado al cierre de toda actividad no esencial, así como de guarderías y colegios. Alemania mantenía unas medidas laxas, con el cierre de bares y restaurantes, ocio y cultura, que no han sido capaces de frenar el avance de la pandemia con la llegada de la campaña de Navidad. Desde hace meses Merkel pedía a los Länder optar por una vía más dura ante el temor de alcanzar estas cifras pero los estados se negaban a adoptar restricciones estrictas. Ahora, tras el disparo de muertes, el país se mantendrá en confinamiento desde el próximo miércoles hasta el 10 de enero, limitando las reuniones de Navidad a un máximo de 5 personas de dos hogares distintos y prohibiendo las visitas en residencias de ancianos.
“Lo siento desde el fondo de mi corazón, pero cuando pagamos el precio de 590 muertos diarios, en mi opinión no es aceptable”, declaraba Angela Merkel, antes de decretar las medidas más duras desde que comenzó la pandemi, el cierre de comercios, bares, hoteles, ocio y cultura. Estas medidas durarán desde este miércoles, 16 de diciembre hasta el 10 de enero. Se trata del confinamiento más duro para las fiestas navideñas, ante el preocupante avance de la segunda ola de la pandemia del coronavirus que alcanzó su pico el pasado viernes. Merkel, alcanzó un pacto con los 16 estados federados para cerrar toda la actividad no esencial, así como colegios y guarderías, hasta después de Reyes.. El país mantenía unas restricciones parciales desde hace seis semanas y logró pasar la primera ola con un confinamiento más laxo que la mayoría de los países vecinos pero, desde mediados de septiembre, Merkel pedía restricciones más duras que los Länder no aceptaron.
El miércoles tendrá que cerrar todo negocio considerado no esencial y desde el Gobierno alemán piden a toda la población se incorpore a un método de teletrabajo. Las reuniones de Navidad tendrán un número más estricto que en España, con un máximo de cinco personas de no más de dos hogares diferentes, aunque sin contar a los menores de 14 años. Asimismo, se alargan las vacaciones escolares 6 días hasta el 10 de enero, aunque algunos centros abrirán para atender a los niños cuyos padres no puedan trabajar desde casa. También se aplican nuevas restricciones en los lugares de culto y se prohíbe la venta de alcohol en la calle y de pirotecnia, ambas grandes tradiciones de las fiestas navideñas en el país.
Este endurecimiento viene tras los datos registrados el pasado viernes cuando Alemania alcanzó su cifra más alta de contagios de toda la pandemia en 24 horas. El Instituto Robert Koch registraba 29.875 contagios y 598 muertos. Hasta ahora se mantenían unas restricciones menos duras con el cierre de bares y restaurantes, cultura y ocio, pero con la llegada de la campaña de Navidad los contactos aumentaron. El país ha tenido problemas a la hora de gestionar la pandemia por entrar en conflicto con los intereses de los 16 Länder, los encargados de fijar las medidas en cada territorio. Merkel advertía desde hace meses que era necesario endurecer las restricciones pero los estados se mantenían reticentes por las disparidades de datos que se presentan entre unos y otros.
Hace seis semanas los estados federados aceptaban las medidas más laxas cuando el 75% de los contagios por coronavirus no se podían rastrear y Merkel agravaba su discurso consiguiendo solo el apoyo de los estados más afectados por el virus. En los últimos días Berlín, Baviera y Sajonia, el más afectado, ya incorporaron medidas más restrictivas. La idea de estas primeras restricciones era llegar con buenos datos a Navidad para poder aliviarlas durante las fechas señaladas pero, finalmente no han cumplido este objetivo.
Entre las medidas también se encuentra la prohibición de visitar residencias de ancianos en aquellas zonas con una incidencia mayor, donde se someterán semanalmente a pruebas diagnósticas. Además, se ha decretado una “prohibición de reunión” en espacios públicos en los días de Nochevieja y Año Nuevo.
“Lo siento desde el fondo de mi corazón, pero cuando pagamos el precio de 590 muertos diarios, en mi opinión no es aceptable”, declaraba Merkel el pasado viernes desde el Parlamento alemán tras conocer los datos. La canciller preparaba el terreno para la población y la reunión que mantuvo ayer con los Länder. “La única oportunidad para volver a tener la situación bajo control es el cierre, pero eso debe suceder de manera inmediata”, explicaba a su vez el ministro del Interior, Horst Seehofer.
La llegada de los 20.000 contagios en 24 horas suponía para Merkel la apertura de esta línea dura. En la última semana se registraron un total de 140.383 casos con una incidencia de 169,1 por cada 100.000 habitantes. Ahora parece que la curva empieza a bajar, registrando ayer 16.362 nuevos contagios y 188 muertes. El balance total de la pandemia queda en 1.337.078 personas contagiadas y 21.975 muertes.