“Vox es el seguro de vida de Sánchez para seguir en la Moncloa. Es una cortina de humo para encubrir su responsabilidad. Esta moción es una mentira más de Vox para que Sánchez siga en La Moncloa (…) Vox es parte del bloque de la ruptura (…) el PP y Vox no somos equiparables (…) Usted es el socio en la sombra de Sánchez”. Estas son sólo algunas de las contundentes declaraciones de Pablo Casado en su intervención de este jueves en la moción de censura de Vox.

Obviamente, el Partido Popular ha confirmado, después de decir todo esto de Vox, que votará que ‘no’ a la moción de Santiago Abascal. El propio líder ultraderechista esperaba un voto negativo, pero las razones que ha dado Casado a ese ‘no’ es lo que nadie esperaba. Ha sido una ‘enmienda a la totalidad’ de la estrategia política de la derecha durante los últimos años. Casado podría haber dicho ‘no’ y podría haberse justificado diciendo que no puede votar para presidir España siendo líder de un partido partido que aspira precisamente a ello. Pero ha supuesto una ruptura en toda regla con la ultraderecha de Vox. Quizás, ahora el PP ha escuchado a los conservadores europeos y se aleja de forma definitiva de una ultraderecha que en el resto del continente es frenado con un cordón sanitario que le impide crecer como ha crecido en España. Y eso se debe a que el PP les abrió de par en par las puertas de las instituciones en regiones como Andalucía, Murcia o la Comunidad de Madrid. En las próximas semanas habrá que esperar si se confirma esta nueva posición ya que Casado ha dado numerosos "bandazos" llendo y viniendo del centro a los confines de la derecha.

Tan duro ha sido el discurso que ha dejado sin réplica al propio Santiago Abascal que no se esperaba este duro ataque a su formación y a su persona. Casado le ha llegado a llamar desagradecido por insultar al partido que le dio de trabajar durante quince años.

Hoy el PP y Pablo Casado han atacado duramente a Vox y ha querido equiparar, sin éxito, a la extrema derecha con el presidente Sánchez, pero lo que se recordará de su brillante discurso es la rotura de los puentes con la ultraderecha. Casado ha dicho no poder defender la ruptura que supone Vox, que es la misma que ofrece la izquierda radical que para ellos es Unidas Podemos. Y ha aprovechado la oportunidad de esta moción de censura para reivindicar lo que ha sido el PP durante los largos años de la democracia. Ha afirmado que el PP dice ‘no’ a la moción de Vox, pero dice ‘sí’ a la globalización, a la ley, al estado autonómico, a la Unión Europea, a la libertad de elección educativa y sanitaria, a la digitalización, a los autónomos, a las Pymes, a la igualdad real, al medioambiente… “esas son las banderas del PP desde hace más de 25 años”, ha afirmado Casado.

Para el Partido Popular, esta moción ha servido para que Vox se quite las caretas y debajo de ellas solo hay ruptura, ruido, confrontación. Y el líder popular ha dicho que el PP es justo lo contrario porque su proyecto político es el de la “reconciliación y la concordia, la regeneración”. En su discurso ha manifestado también que “el PP no somo ni furia, ni ruido, queremos unir a los españoles”.

Los populares han dicho sentirse ‘hartos’ de los insultos de Vox, que han aguantado durante años y su líder ha dicho hoy desde la tribuna del Congreso de los Diputados que “no permitiremos que nos llamen cobardes (…) usted, Abascal, nunca ha medido sus palabras, nos dedican insultos (…) parece que usted es el único español valiente”.

UN DISCURSO DEMOLEDOR CONTRA LA ULTRADERECHA

Pablo Casado ha afirmado que el PP encarna “en solitario” el proyecto reformista que ha hecho posible los mejores años de la historia de España “y que sigue siendo muy mayoritario en la sociedad española”.

Las frases más destacadas de su discurso:

• “Entre la nación de naciones y la España grande y libre hay un espacio intermedio donde estamos 47 millones de españoles hartos de la polarización en la que ustedes echan esporas. (...) Nosotros defendemos una España unida y diversa. Hay uno de ustedes que no la quiere unida, el otro no la quiere diversa”.
  
  
• "La tarea del PP es conseguir una España “unida, conectada y segura” e impedir que minorías radicales como la de Vox y Sánchez arrastren a todo un país al enfrentamiento. Ustedes separan y nosotros unimos”.
  
• "Vox se ha convertido en el sueño del nacionalismo y el salvavidas y el “socio en la sombra” de Sánchez. La izquierda llevaba 30 años queriendo que hubiera un partido como Vox: usted se lo ha regalado”.
• “El PP no va a poner los coros ni la segunda voz al proyecto de ruptura de España, ni por la izquierda ni por la derecha. Ni al de Sánchez ni al de Vox”.
• “Lo que quiere no es cambiar el Gobierno, que bien sabe que no lo va a conseguir, sino suplantar al PP. Pero abandone toda esperanza. No es el primero que lo intenta pero sí le aseguro que será el último”.
• “¿Por qué me pide hoy a mí un España Suma parlamentario imposible después de haber rechazado hace apenas unos meses un España Suma electoral generoso, necesario y ganador?".
• “Hoy Sánchez saldrá de este coso a hombros de los diputados de Vox y con su tendido ovacionándole. ¡Vaya capote le ha echado y vaya bajonazo con el que remata la faena, señor Abascal! Quería cortar dos orejas al PP y ha acabado de monosabio de Iglesias”.
• “La izquierda le cuidará (a Abascal) como hasta ahora, le usará para que siga su ofensiva contra el PP. (...) Su partido es el seguro de vida política de Sánchez para seguir de inquilino en La Moncloa. Ya se sabe que la política hace extraños compañeros de colchón”.
• “Sánchez mentía a todos pero no engañaba a nadie. Y pese a ello, usted le dio una vez más la oportunidad de ganar y gobernar, y él la aprovechó como usted deseaba”.
• "El PP y Vox no son equiparables porque les separan muchas cosas tantas como la distancia que media entre el liberalismo reformista y el populismo antipluralismo, entre la economía abierta y el proteccionismo autárquico, entre la vocación europea y atlantista, y el aislacionismo, entre el interés general y el oportunismo del cuanto peor mejor”.
  
  
• “No quiero a España porque sea perfecta, la quiero para que lo sea. La España constitucional es un tesoro de generosidad y de responsabilidad al que tenemos que hacer nuestra propia contribución”.