Las entidades bancarias CaixaBank y Bankia estudian realizar una fusión que se llevaría a cabo en los próximos días, tal y como anunciaron ambas identidades en un comunicado el jueves cerca de la medianoche a través de un comunicado de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, para aumentar su rentabilidad de cara a la crisis creada por la pandemia del Covid-19. Esta operación cuenta con la aprobación del Gobierno, el Banco de España, y el Banco Central Europeo.
Esta fusión supondría la creación del banco más grande de España, y la finalización del intento de este mismo proyecto en el 2012, cuando Rodrigo Rato e Isidro Fainé no alcanzaron ningún acuerdo por discrepancias políticas y de jerarquía.
En el nuevo banco, aunque de las dos partes fusionadas CaixaBank es la mayor, el ahora presidente de Bankia, José Ignacio Goirigozarri, sería el encargado de ocupar la presidencia. El consejero delegado de CaixaBank, ocupará el mismo puesto en la futura organización como CEO plenipotenciario.
De acuerdo a la información conocida acerca de la propuesta, La Fundación la Caixa controlaría un 30% de la fusión resultante, mientras que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) pasaría de controlar un 62% a un 14%.
La entidad resultante será el banco con mayor volumen de activos de España. Actualmente sigue siendo BBVA, seguido de CaixaBank y Banco Santander. La nueva entidad sumaría más de 600.000 millones de activos, mientras que el siguiente banco, BBVA, rozaría los 400.000 millones.
En cuanto a las sucursales, CaixaBank cuenta con 4.400 en toda España, con especial incidencia en Cataluña y Navarra. Bankia cuenta con 2.200 oficinas, ubicadas por todo el territorio nacional, pero con mayor concentración en Madrid, lo que le otorga una ventaja geográfica. De las 6.600 oficinas que sumarían en total, un 10% deberían ser cerradas, tal y como aconseja el estudio realizado por el banco británico Barclays, en el que defiende que gracias a este cierre la banca española podrá elevar su beneficio un 5% antes del 2022.
Como es evidente, a la reestructuración de oficinas le sigue una reestructuración de plantilla. CaixaBank cuenta con 35.600 trabajadores, y Bankia con 16.000. Los sindicatos, ante los posibles despidos, han solicitado “medidas no traumáticas” para las plantillas de ambos bancos.