El Ejecutivo en sus declaraciones ha hecho mención de las críticas positivas y no tan positivas de los medios de comunicación hacia su persona y que a pesar de ello no ha hecho valoraciones al respecto, a lo que ha añadido que tampoco lo va hacer sobre un “colega del Gobierno”.
El pasado lunes Sánchez declaró en una rueda de prensa desde Lisboa que:

“A lo largo de mi trayectoria política he sido objeto de críticas positivas por parte de los medios de comunicación, no tan positivas por parte de algunos medios de comunicación e incluso desfavorables o muy desfavorables por parte de otros medios de comunicación, y nunca he hecho valoración sobre ello”.

Ante la gran revolución que ha despertado Iglesias en los medios, el Presidente del Gobierno se ha visto con la “responsabilidad” de minimizar el problema causado por el vicepresidente segundo, escurriendo de alguna forma el “bulto” y del cual no ha podido escabullirse.

El pasado viernes, Iglesias en una entrevista de RNE, criticó bruscamente la labor de los medios de comunicación tras publicar informaciones sobre el caso “Dina”. Según declaraciones recogidas por el periódico EL MUNDO, Iglesias en su entrevista con RNE declaró que “guardó durante meses la tarjeta del teléfono móvil de su ex asesora para protegerla”.

Ante estas declaraciones, los medios de comunicación se han enfocado aún más en el vicepresidente segundo, quien ha informado de su intención de pedirle al Congreso una Comisión de investigación sobre esta cuestión.

Por su parte, Sánchez, que durante la rueda de prensa en el Congreso de los diputados, celebrada durante el día de ayer, fue cuestionado por las críticas de Iglesias a los medios, ha querido reivindicar que su Gobierno sí que defiende la libertad de prensa y ha declarado que las críticas recibidas por parte de los medios de comunicación no deben ser valoradas. Con ello ha querido concluir este asunto que le ha salpicado, en cierto modo.