Cuando se oyen expresiones como: “Todos los políticos son iguales…”, “No se puede esperar nada bueno de la política…”, “Con los políticos ya se sabe…”, pienso que nos echamos tierra encima. No somos justos y desacreditamos el primer medio que tenemos para resolver y mejorar todo lo público, defender nuestros derechos particulares y los de toda la sociedad.
Es cierto que determinadas actuaciones de algunos de ellos nos indignan y puede que con razón. He dicho de algunos, pues la generalización nos llevaría a la incertidumbre, la inseguridad, la desesperanza y la injusticia. A pesar de todos los problemas y las dificultades que se generan a nuestro alrededor, y las que surgen en demasiados lugares del planeta, el mundo siempre tenderá a lo mejor. Es posible que, en ocasiones, individualmente podamos hacer muy poco para remediarlo, pero nuestra actitud y cómo afrontemos lo que vemos y escuchamos puede contribuir a que un rumbo negativo pueda cambiar de dirección.
LA RESPONSABILIDAD CON NUESTRO LENGUAJE
Desgraciadamente se está prodigando una beligerancia agresiva de nuestro lenguaje. Algunos grupos políticos están esgrimiendo la estrategia del desprestigio con insultos y descalificaciones, llevando al extremo términos y expresiones que solo buscan la destrucción política y personal del adversario. Cuanto más elevada es su responsabilidad más énfasis ponen, y si consiguen un mayor grado de crispación en el adversario y la sociedad más satisfechos están de su estrategia.
El problema se agrava cuando en determinadas tertulias los profesionales apostillan por subrayar lo negativo, con frecuencia siguiendo determinadas instrucciones profesionales. No quiero decir que sea generalizado, pero sucede. Es de lamentar que buenas noticias, medidas y decisiones que se generan o se adoptan a nivel institucional se pretendan silenciar y se vaya al exabrupto, que puede hasta llegar a ser coreado en el mismo Congreso de los Diputados.
Todos podemos contribuir a que este “virus” del enfrentamiento, que se apoya en el odio, no encuentre a quien contagiar. Repetir sin criterio la expresión más grosera de ese representante político, dejarse guiar sin razonamiento por lo que dice un tertuliano que sigue ese modelo, y aceptar como normal que el insulto y el desprecio se desarrollen con naturalidad, todo eso lo podemos parar.
EN VALLADOLID GANA LA BUENA POLÍTICA Y LA CALIDAD DEMOCRÁTICA
Cuando escribo este artículo, he terminado de escuchar la intervención del alcalde de Valladolid, Óscar Puente, y de todos los grupos de la oposición, excepto uno que se ha autoexcluido, y no he podido todavía reaccionar al buen talante, el lenguaje y el ambiente de consenso y concertación que han traslucido. Los grupos que han intervenido son el PSOE, PP, CIUDADANOS Y Valladolid Toma La Palabra. Se han presentado todos los acuerdos y medidas que han aprobado hasta ahora en la Comisión para la Reconstrucción Económica y Social de la ciudad. Por encima de todo, se ha resaltado el respeto y el consenso.
Si nos atenemos a las palabras del alcalde es posible que entendamos las razones. Es un acuerdo insólito en los ayuntamientos de nuestro país y un ejemplo de responsabilidad política. Lo que los mueve es la necesidad de paliar los efectos de la crisis y tener como único objetivo mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía vallisoletana, en una situación que como dijo Pilar del Olmo, portavoz del PP, es excepcional y requiere la unidad de todos. Haciendo referencia al portavoz de Ciudadanos, Martín Fernández Antolín, es el momento de tender puentes y abandonar orillas. Atendiendo a esa voluntad los cuatro grupos han mantenido seis reuniones de trabajo. Comentando lo manifestado por María Sánchez, representante de Valladolid Toma La Palabra, se van a emplear los recursos públicos municipales para utilizar las medidas a favor de las personas y de los colectivos más vulnerables. El portavoz del PSOE, Pedro Herrero, con toda humildad, hizo uso de esta bonita expresión: “Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo digas…”. Dio las gracias a todos y señaló el ejemplo y la altura de miras que hay que tener ante una situación excepcional.
Acuerdos económicos
Entre los acuerdos a nivel económico, se puede resaltar la convocatoria urgente de una línea de subvenciones directas para autónomos y pymes por importe de cuatro millones de euros ampliable a cinco. Tienen como finalidad el mantenimiento del empleo. Otra convocatoria importante es de tres líneas de subvenciones directas a autónomos y pymes por importe de 3,5 millones de euros. Se van a dedicar a gastos para el mantenimiento de las instalaciones durante el cierre de los establecimientos. El total de las dos medidas asciende a 8,5 millones.
Otras decisiones destinadas a la hostelería tienen como objetivo la exención de la tasa de terrazas para 2020, con una cantidad de dispensa de impuestos que llega al millón de euros. Renovación automática de las autorizaciones de terrazas concedidas en el 2019. Hay una decisión muy importante que es la realización de una campaña específica de promoción del comercio, la hostelería, la cultura y el turismo de Valladolid, con la colaboración de los medios de comunicación y la participación activa de esos sectores. El coste de la misma es de 1.180.000 euros.
Acuerdos sociales
Entre los acuerdos a nivel social, se pueden destacar las ayudas de emergencia por un importe de 800.000 euros. De ellos, 500.000 para tarjetas prepago de alimentos frescos en el comercio local para familias con problemas de necesidad .Ayudas al alquiler de viviendas por importe de un millón de euros. Incremento del 67 % de ayuda para material escolar para el curso 2020-21. Ayudas de becas al comedor de 200.000 euros mensuales. Adquisición de material sanitario de protección individual… En total, el grupo de trabajo ha aprobado por consenso medidas por importe de 13.010.000 euros.
En las próximas fechas se irán incorporando nuevas medidas. Hay que subrayar también que las decisiones relacionadas con la hostelería cuentan con el acuerdo de la Asociación de hoteles de Valladolid, con el aplazamiento y fraccionamiento del IBI. También la digitalización del sector del comercio y hostelería se ha consensuado con las dos asociaciones comerciales de la ciudad. Como noticia final, destacar que el día 1 de julio todos los hoteles de Valladolid estarán abiertos, según lo manifestado por la Asociación de hoteles de Valladolid.
Todo escrupulosamente cuantificado con lo que corresponde a los presupuestos y al plan covíd-19. La renuncia de intereses partidistas, la aproximación de posiciones, ponerse siempre en el lugar de la ciudadanía y de los sectores más vulnerables y que las necesidades de la ciudad sean lo primero es lo que prevalece en el Ayuntamiento de Valladolid, con el alcalde y los grupos de la oposición unidos con un mismo fin. Son el ejemplo de la buena política y de la calidad democrática.
OTROS BUENOS EJEMPLOS DE DEMOCRACIA
Junto a todos los miembros y representantes del Ayuntamiento de Valladolid mencionados, se podrían citar a miles de personas que contribuyen a la mejora de la democracia en nuestro país; sería injusto señalar un grupo reducido, pero pienso que no deberían faltar: Salvador Illa, ministro de Sanidad, el doctor Fernando Simón, el presidente del Gobierno, el presidente de la Comisión para la reconstrucción económica y social, Patchi López, el presidente de la CEOE, señor Garamendi, y el Grupo Municipal Socialista del Ayuntamiento de Membrilla (Ciudad Real).
Menciono al Grupo Municipal Socialista de este pequeño pueblo de Castilla la Mancha, por su actitud como oposición durante esta pandemia. En un artículo que han publicado manifiestan su modo de entender la oposición en estos momentos: “Ni presumir, ni reprochar” encontramos el siguiente párrafo: “Apostamos porque los representantes políticos, a cualquier nivel, sean responsables y no alimenten el odio, la crispación o la tensión social. Seamos críticos con lo que estimamos oportuno, pero seamos también críticos con nosotros mismos. Sólo hay un objetivo a batir, no milita en ningún partido y nos trata a todos como iguales…”.