Xu Quiangn, Jefe de la Comisión Municipal de Ciencia y Tecnología de Pekín, explicó durante la rueda de prensa diaria de coronavirus, la aprobación de cinco productos nuevos para ensayos clínicos.
La agencia de noticias oficial, “Xinhua” recoge que la capital china ha gestionado 21 proyectos en ciencia y tecnología para afrontar la epidemia del coronavirus. A día de hoy, hay cinco proyectos en curso respecto a las cuatro que se conocía.
En China se ha iniciado el test en humanos de cinco vacunas experimentales. Zen Yixin, Viceministro de Sanidad explica que “2575 voluntarios en total fueron vacunados en el marco de los diferentes proyectos y no se registró ningún efecto indeseable importante”.
Sin embargo, durante la rueda de prensa de Pekín, no se habló de la comercialización de una posible vacuna, pero sí indicaron que la fecha en la que debería finalizar la fase 2 de todos los ensayos públicos será julio. La fase 2 hace referencia a la segunda fase de test en humanos que se debe cumplir para su posterior comercialización.
Por ello, han decretado agilizar la investigación y desarrollo de reactivos de diagnóstico, como medicamentos, vacunas y equipo médico, apoyando a los fabricantes de productos farmacéuticos y vacunas, además de mejorar el diseño de los laboratorios de bioseguridad de nivel 3.
Xu Quiangn, durante la rueda de prensa ha explicado que, el plan trianual que se está llevando a cabo para “fortalecer el sistema de gestión de emergencias para la salud pública en la capital” recoge “mecanismos para la prevención, la práctica clínica, la investigación científica, el tratamiento y la aprobación de proyectos de emergencia”.
Además, cabe destacar el trabajo que está ejerciendo la ciudad de china para reforzar el apoyo de las nuevas tecnologías, como “macrodatos, inteligencia artificial, 5G e Internet de las cosas, en la monitorización y análisis de epidemias, rastreo, prevención, control y tratamiento de virus”.
China anima a los organismos públicos y a las compañías privadas a agilizar las investigaciones con el fin de proteger a la población china y así hacer frente a las críticas orientales respecto a su gestión de la epidemia.