El que fuese todopoderoso líder de Izquierda Unida en los años noventa, Julio Anguita, ha fallecido este sábado en el Hospital Reina Sofía de Córdoba tras sufrir una nueva parada cardiaca. El ex dirigente político se encontraba ingresado desde la pasada semana en la UVI de dicho centro hospitalario por sus problemas de corazón.
Izquierda Unida ha perdido a uno de sus grandes referentes de las últimas décadas con el fallecimiento este sábado de Julio Anguita, uno de los dirigentes más destacados de la formación que lideró el partido en los años 90.
Anguita tenía 78 años de edad y sus problemas cardiacos han ido empeorando hasta acabar con su vida. El ex dirigente sufrió el pasado sábado su tercer infarto de miocardio por el que fue atendido en su domicilio de la capital cordobesa y llevado al Hospital Reina Sofía de la ciudad, donde se encontraba ingresado en la UCI desde entonces.
No era la primera vez que el corazón le suponía problemas de salud al ex político. Su primer infarto, en 1993, le llevó al quirófano donde los médicos pudieron salvarle la vida. Tras la experiencia, Anguita escribió un libro “Corazón rojo. La vida después de un infarto”, en el que contó su experiencia. Posteriormente, volvió a padecer un nuevo ataque cardiaco que empeoro su salud.
Nacido en Fuengirola en 1941, vivió en Córdoba casi toda su vida. En 1972 se afilió al Partido Comunista de España y cinco años más tarde, en 1977 ya formaba parte del Comité Central de la formación en Andalucía. En 1979, Anguita se presentó a las elecciones municipales y consiguió ser elegido primer edil de Córdoba, cargo que mantuvo hasta 1986. En esa época fue apodado como el “Califa Rojo” ya que era el único dirigente de Izquierda Unida con poder territorial en una capital española.
En el año 86 dio el salto a la política autonómica logrando 19 escaños en los comicios andaluces, bajo la marca de Izquierda Unida. Tres años después, en 1989, fue elegido secretario general del PCE y después como coordinador general de IU.
En la política nacional, fue candidato a la presidencia del Gobierno en 1993 y en 1996 frente a Felipe González y José María Aznar, con quienes formó un trio de dirigentes políticos nacionales que protagonizaron la política española durante todos esos años. Logró llevar a su partido al 10% de los votos y alcanzó su techo con 21 diputados en el Congreso. Sus disputas con Felipe González son históricas ya que siempre acusó al presidente socialista de ser la “X” de los GAL.
Su relación con los socialistas fue siempre muy controvertida y de enfrentamiento total lo que le llevó a instaurar una famosa ‘pinza’ con el líder conservador del PP, José María Aznar. En 1993, González consiguió, contra pronóstico, mantener la presidencia del Gobierno de España y tuvo que lidiar con la durísima oposición tanto de Anguita como de Aznar en unos años muy feos de la política en el Congreso de los Diputados, con sesiones parlamentarias muy discutidas.
Por un lado estaba José María Aznar y su famosísimo “váyase, señor González”; y por otro se plantó Julio Anguita con su “programa, programa, programa”. Los acuerdos entre PSOE e IU parecían imposibles y el líder comunista lo achacaba a que solo llegaría a pactos programáticos. Pero en el fondo, el objetivo de Anguita siempre fue dar el ‘sorpasso’ al PSOE para convertirse en la fuerza hegemónica de la izquierda en España. Sin embargo, su objetivo nunca se produjo.
Anguita dejó la Secretaría General del PCE en diciembre de 1998 cuando le sustituyó Francisco Frutos. Poco después, también dejó de ser coordinador general de IU y fue sustituido por Gaspar Llamazares.
Desde su retiro siguió lanzando duros reproches al PSOE y también a sus compañeros por su acercamiento a los socialistas.