Lo hace junto a las autoridades y empresarios de todo el país. Ante la llegada del verano, el sector prioriza la definición de normas y protocolos para las playas españolas. Según el Instituto Nacional de Estadística, el mes pasado la llegada de turistas extranjeros cayó un 64% y el gasto, un 60%.
El Gobierno trabaja a contra reloj para definir nuevos protocolos para toda la actividad turística. S través de la Secretaría de Estado de Turismo, trabaja junto a las comunidades, patronal y agentes sociales para preparar la reapertura del sector con las máximas garantías.
Marzo fue el primer mes con el Estado de Alarma, fronteras cerradas y restricciones de movimiento. La consecuencia fueron devastadoras para un sector que hasta antes del coronavirus, estaba en constante crecimiento en España. Según el Instituto Nacional de Estadística, el mes pasado la llegada de turistas extranjeros cayó un 64% y el gasto, un 60%.
Según fuentes de la Secretaría de Estado, el Instituto para la Calidad Turística Española podría tener lista las nuevas normativas en la segunda quincena de mayo. Serán normas que afectarán a toda la cadena de valor turístico, desde las playas, hoteles, hostelería, turoperadores, agencias de viajes o aerolíneas, museos, monumentos o el transporte.
Muchos territorios ya habían empezado a definir sus planes. Canarias es uno de ellos, sus autoridades han compartido el material con la Administración para tratar de homogeneizar las medidas. El archipiélago considerará el acceso al baño a partir de la segunda semana de desconfinamiento con dos condiciones: máximo a una hora de casa y guardando la distancia.
Ante la llegada del verano, toda la atención del sector está puesta en los 8.000 kilómetros de costa española. Uno de los destinos más elegidos por turistas extranjeros y nacionales. La incertidumbre preocupa a hoteleros, responsables de hostelería y Ayuntamientos.
Los empresarios de playa reducirán las hamacas disponibles para respetar las distancias de seguridad, pero se preguntan quién y cómo va a controlar la saturación en otras zonas de la arena. A pesar de las diferencias, todos coinciden que luego de paso del coronavirus será vital ofrecer confianza a los visitantes.
El Ayuntamiento de Vélez-Málaga ha ideado un sistema de cuadrículas para dividir sus 22 kilómetros de playas, una fórmula que va a empezar a estudiar el alcalde de Vigo. Andalucía demanda del Gobierno mayor celeridad en la concreción de sus planes y ya plantea que se adelante la apertura para el baño al 25 de mayo en sus municipios costeros.
Otros territorios, como Baleares o la Comunidad Valenciana, no son tan apremiantes. En el primero no se ha comenzado a trabajar en las normas que se podrían establecer para ocupar su amplia costa insular.
La Generalitat valenciana ha diseñado un triple comité técnico integrado por expertos y representantes del sector y de los municipios y para elaborar un protocolo de actuación, en colaboración con el comité interdisciplinar de Inteligencia Artificial, que adaptará las medidas a cada tipo de playa.
Para el presidente de la Federación Española de Playas, Norberto del Castillo, es preocupante que a los chiringuitos no se les haya suspendido el canon que deben pagar pese a que no pueden desarrollar su actividad.
El sector turístico vaticina un hundimiento sin precedentes. Estiman que se perderán 124.150 millones de euros. Muchos Ayuntamientos han empezado a acondicionar los accesos a sus playas, pero con precauciones. Algunos trabajan en planes locales enfocados, sobre todo, en el mercado nacional y en los veraneantes que tienen allí una segunda residencia, pero no pueden concretarlos hasta conocer las medidas del Gobierno.