Reproches es lo que ha tenido que escuchar el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de los líderes de la derecha y de la ultraderecha en el pleno del Congreso de los Diputados que tiene que decidir la prórroga del Estado de Alarma activada para frenar la expansión de la pandemia que recorre nuestro país.

El primero en intervenir tras la oferta de mano tendida del presidente del Gobierno en la Cámara que representa a todos los españoles ha sido el presidente del Partido Popular, Pablo Casado. Si en las anteriores semanas su discurso había sido durísimo y con claro afán de no ayudar y desgastar al Gobierno, en esta ocasión ha seguido con la misma estrategia. Sigue pidiendo luto nacional y transparencia, acusando al Presidente del Gobierno de cerrar el Parlamento para no dar explicaciones. A lo que el Presidente Sánchez le ha respondido que no es cierto, que no sigan repitiendo bulos que no se corresponden con la realidad. Sánchez le ha recordado que solo en este mes, ha comparecido tres veces el Presidente, una vez la vicepresidenta, dos ministros, además de contestar a 1.800 preguntas (cuando en un periodo normal el número de preguntas sería de unas 800) y además de ruedas de prensa diarias, de los cuatro ministros que están en el Comité de Gestión Técnica, ademas de la ministra Portavoz, las de Industria, Agricultura, Seguridad Social, Trabajo, Educación, Seguridad Social, Justicia, etc. Y de paso, en la respuesta ante esta acusación, el Presidente Sánchez le ha preguntado ¿cuantas veces ha comparecido la presidenta de la Comunidad de Madrid, del PP, en la Asamblea de Madrid desde que empezó la crisis?. Y le ha recordado que "Ayuso no comparece desde el 11 de marzo y tiene cerrada la Asamblea hasta el 12 de abril". A lo que Casado no ha tenido nada que responder.

Para Casado el Ejecutivo de Pedro Sánchez “ha mentido y sigue mintiendo a todos los españoles” y le ha exigido al Presidente que dé las cifras reales de contagios y fallecidos. Sánchez le ha aclarado que estas cifras son las que aportan las Comunidades Autónomas, todas ellas, incluidas las que gobiernan el Partido Popular por lo que no cabe ninguna manipulación ni se entiende qué fines se perseguiría con ello en un país democrático como el nuestro en el que los datos oficiales están y estarán al alcance de todos. También Sánchez ha aclarado a la derecha que los parámetros que se establecen, en consenso con todas las CCAA de todos los signos, son las recomendadas en los protocolos de la UE y de la Organización Mundial de la Salud.

Casado ha adelantado que tras la tormenta pedirá “las actas de las reuniones de la comisión de expertos para saber si hubo ocultación de datos y negligencia”. Incluso Pablo Casado se ha permitido el lujo de criticar y dudar de las recomendaciones de los expertos que están luchando para que las medidas que se aprueban tengan por objetivo frenar la pandemia. Unos expertos como el doctor Fernando Simón que lleva años estudiando pandemias epidemiológicas y que fue elegido para su actual puesto por un Gobierno del Partido Popular.

Tras un discurso derrotista y negativo, Casado ha vuelto a hacer un cambio de tercio y arrogarse una aparente actitud de Estado y ha anunciado que su partido volverá a votar a favor de la prórroga del Estado de Alarma -en realidad no puede hacer otra cosa, España no lo entendería-

En cambio, no votará el PP a favor de los tres últimos decretos aprobados por el Ejecutivo que regulan, entre otras cosas, la imposibilidad de despedir a los trabajadores durante la extensión del Estado de Alarma ante la multitud de despidos que ya habían comenzado las empresas, a pesar de que tienen otras alternativas como los ERTES que están pensados para que no se destruya empleo. También votarán en contra de las medidas extraordinarias para levantar un “escudo social” que proteja a los más desfavorecidos en esta crisis. Y el Gobierno no podrá contar tampoco con el apoyo del PP para el necesario “permiso retribuido recuperable” que ha paralizado casi por completo la actividad productiva de nuestro país entre el 30 de marzo y este 9 de abril.

El ultraderechista Abascal pide la dimisión de Sánchez y un Gobierno de Salvación

Rematando el discurso del líder del Partido Popular, su socio de la extrema derecha, Santiago Abascal ha lanzado un discurso en el Parlamento poco digno de una Democracia que goce de buena salud. Las palabras del líder de Vox, no tienen desperdicio. He aquí algunas de ellas. “Su Gobierno es el que ha conseguido la mayor tasa de mortalidad del mundo”. “Es un Gobierno que se ha dedicado a amordazar al Congreso y a regar con dinero a los medios”. "Para ustedes lo esencial es que se graben series con los presos en la cárcel". “No pueden pisotear la soberanía del pueblo español”. “No le apoyaremos más si no rectifica”. “Iglesias prefiere repartir cartillas de racionamiento y no dejar que la gente se lo gane”. “No ha cesado a los responsables directos de una gestión que siguen al mando de una crisis que nos ha traído hasta aquí”. “No tienen un plan para atajar la miseria que viene, o que ustedes traen”. “No vamos a ser cómplices de los delirios totalitarios de su Gobierno”.

“Hemos presentado un Estado de Alarma alternativo y a ese si seremos leales”. “Cancelación de subvenciones a sindicatos”. “En Europa nosotros luchamos y ustedes se pliegan a los deseos de los oligarcas que ahora les abandonan”. “Señor Sánchez, han prometido 200.000 millones, si ustedes se van, no hará falta tanto dinero”. “Con 85.000 millones nosotros lo arreglamos”. “Paguen las nóminas y váyanse”.

El presidente de Vox ha pedido insistentemente la dimisión del presidente del Gobierno por “ser el que peor está gestionando la crisis del coronavirus en todo el mundo”. También le ha acusado de ser el responsable de lanzar “bulos y mentiras”.

Los políticos demócratas y los miembros del gobierno miran con envidia la actitud de la oposición de otros países europeos que se han situado nitidamente al lado de sus respectivos gobiernos señalando como prioritario derrotar al virus que es el único responsable de los contagios y muertos. El presidente del Gobierno y algunos representantes, como Joan Baldoví, de compromís, añoran el comportamiento de la derecha portuguesa Rui Rios que esta semana aseguró en la cámara portuguesa su apoyo sin condiciones a su primer ministro, el socialista Antonio Costa.

Solo las urnas pueden solucionar el desaguisado político de una oposición que ha perdido el norte. El Partido Popular debe recuperar a los que verdaderamente tienen altura de Estado. Y Vox debe perder toda esperanza de sumir a España en una vuelta a su añorado pasado dictatorial.