El director de investigación del Instituto Francés de Investigación Médica, Camille Locht, y el jefe de los servicios de medicina intensiva y rehabilitación del hospital Cochin de París, Jean-Paul Mira, protagonizaron un gran escándalo tras un diálogo racista pidiendo experimentar una vacuna en Africa como otras veces se ha experimentado con prostitutas. Las declaraciones de los dos expertos franceses en una cadena de televisión han disparado las críticas a nivel mundial. Los dos científicos se han visto obligados a pedir disculpas “por pronunciar esas palabras con torpeza”.
El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha condenado durante la rueda de prensa que da la organización cada día, lo que ha mencionado como “declaraciones racistas” por parte de los dos científicos franceses que durante la entrevista establecieron a África como futuro “terreno de pruebas” para probar las vacunas contra el COVID-19.
Desde Ginebra, el director general de la OMS recalca que “este tipo de declaraciones racistas no hacen avanzar nada. Se oponen al espíritu de solidaridad. África no puede ser y no será un terreno de pruebas para ninguna vacuna. La herencia de la mentalidad colonial debe terminar. Es vergonzoso y horrible escuchar a científicos haciendo ese tipo de declaraciones en el siglo XXI”.
La polémica estalló el miércoles 1 de abril durante el directo de la televisión francesa LCI, durante una entrevista entre el director de investigación del Instituto Francés de Investigación Médica, Camille Locht, y el jefe de los servicios de medicina intensiva y rehabilitación del hospital Cochin de París, Jean-Paul Mira.
Pero el momento clave fue cuando Jean-Paul Mira le pregunta a Locht que “si puedo ser provocador, ¿acaso no deberíamos realizar este estudio en África, donde no hay mascarillas ni tratamiento ni reanimación, como se hizo en algunos estudios con el sida o entre las prostitutas? [...] ¿Qué opina?". Ante esto, Locht le responde que “tiene usted razón [...] estamos pensando, de forma paralela, en un estudio en África con el mismo enfoque, lo cual no quita que no podamos pensar también en un estudio en Europa y en Australia”.
Las declaraciones racistas fueron duramente criticadas en África y comenzaron a difundirse como la pólvora por las redes sociales, con el lema “no somos cobayas ni ratas de laboratorio”.
Por otro lado, el doctor Jean Jacques Muyembe, director del Instituto Nacional de Investigación Biomédica, comunicó el viernes 3 de abril que sólo se llevarían a cabo las pruebas de las vacunas contra el coronavirus, en la República Democrática del Congo si antes se han realizado en los países occidentales.
Dos días después de crear la polémica social con alcance mundial, los científicos
se disculparon públicamente y
denunciaron las amenazas de muerte que habían estado recibiendo en las últimas horas. El médico francés comunicó que
“presento mis excusas más sinceras a quienes se han sentido agredidos, ofendidos o insultados por palabras que pronuncié con torpeza”.