Fueron los operarios del servicio de limpieza de este municipio quienes hallaron en el deposito el cuerpo envuelto en una colcha ensangrentada, de una mujer que aparenta tener entre treinta y cuarenta años de edad. Este cadáver fue encontrado alrededor de las 8 de la mañana cuando se disponían a vaciar los contenedores de la calle Móstoles. Los propios trabajadores informaron del sangriento hallazgo. Pocos minutos después acudió un medico forense y el juez de guardia junto a varios agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil, quienes acordonaron la zona, impidiendo el paso de personas y vehículos.

De momento no se ha ampliado más información y la identidad de la mujer y los datos del suceso aun son desconocidos. Las investigaciones siguen abiertas para desvelar los hechos de este crimen.

Lieke, residente de la urbanización de origen holandés señaló; «Este es un barrio bastante tranquilo, nos ha extrañado mucho ver a la Guardia Civil y a la Policía Local en la zona». Este vecino se enteró de lo sucedido al intentar depositar la basura en el contenedor donde se hallaba el cuerpo. Esta mujer aseguró que esta zona alicantina es residencial, donde principalmente habita gente europea de avanzada edad “es muy tranquila”, destaca.

Los agentes encargados en la investigación retiraron el cuerpo a media mañana, pero estuvieron por la zona buscando pruebas hasta aproximadamente las 15:30 horas. Tras vaciar el contenedor de residuos, coloraron un plástico para volver a habilitar su uso y evitar que la basura contaminase la zona donde fue encontrada la victima.

Los vecinos de la zona aseguran que no vieron a ningún sospechoso por la urbanización, aun así opinaron sobre los actos sucedidos y uno de ellos comentó «Por el tamaño de los contenedores y la altura que tienen, no sería descabellado pensar que fueron más de dos personas las que introdujeron el cuerpo ahí dentro».