Un total de siete mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de este año 2020, tras haberse confirmado como víctima de este tipo de violencia machista a la mujer asesinada en Sant Joan Despí (Barcelona), según la Delegación del Gobierno contra la Violencoa de Género.
Ni esta nueva víctima mortal ni ninguna de las otras seis mujeres asesinadas presuntamente por sus parejas o exparejas había denunciando a su agresor con anterioridad.
De esta forma, la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género ha incluido en el registro de víctimas mortales por violencia de género a la mujer, tal y como ha confirmado el organismo mediante su cuenta de Twitter. En tan solo 24 horas, dos mujeres han sido asesinadas a manos de su pareja. La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha expresado a través de su cuenta de Twitter: "rabia y dolor que deben traducirse en políticas para proteger nuestros derechos y nuestra vida".
Tras haberse realizado esta confirmación, el número de mujeres asesinadas por violencia machista ha aumentado a 7 en lo que va de año. Todas ellas murieron a manos de sus parejas o exparejas durnate el mismo periodo de tiempo, en 2020 (del 1 de enero al 28 de enero). Las asesinadas aumentan a 1.040 desde el año 2003, cuando se realizó oficialmente la estadística sobre víctimas mortales por este tipo de violencia.
La mujer que ha sido asesinada en la provincia de Barcelona, este martes 28, no había denunciado previamente a su agresor. Sin embargo, ella se suma a las demás mujeres asesinadas que no han denunciado tampoco a su agresor con anterioridad.
Cinco de las seis asesinadas eran en el momento de los hechos pareja del presunto agresor, mientras que las otras dos eran expareja o estaban en fase de ruptura con él. Seis de las siete asesinadas vivían con su agresor.
Respecto a la edad, tres de las seis mujeres asesinadas tenían más de 60 años; dos tenían entre 41 y 50 años; y las otras dos entre 21 y 30 años. Cuatro de ellas eran españolas, mientras que las otras tres eran extranjeras.
Teniendo en cuenta a los presuntos agresores, seis eran españoles y uno era extranjero. Tres de los seis presuntos maltratadores se suicidaron tras cometer el crimen, y otro lo intentó.