El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, concedió su primera entrevista a Televisión Española después de la investidura y de la conformación del nuevo Ejecutivo. Y confirmó que se reunirá con el presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, en la primera semana de febrero. Esta es una condición solicitada por JxCAT antes de que se establezca la mesa de diálogo pactada con ERC a cambio de la abstención en la investidura del propio Sánchez.

El jefe del Ejecutivo español apuesta claramente por la vía dialogada para resolver un conflicto que es netamente político y ha explicado que el encuentro con el dirigente catalán hará que no se cumplan los plazos de la apertura de la mesa de diálogo que se establecerá tras la reunión con Torra. Cuestionado por su cambio de posición respecto al conflicto catalán y también por su disposición a incluir a Unidas Podemos en el Gobierno, el presidente afirmó que “en política la realidad está por delante de los deseos. Y la realidad la fijan los ciudadanos. Ellos hablaron en las elecciones y dijeron que querían una coalición progresista. Así lo entendí y lo acepté. Ojalá otros lo hicieran y no bloquearan”.

Pero el presidente no solo se reunirá con el presidente catalán, también anunció que iniciará una novedosa ronda de reuniones con todos los presidentes autonómicos y expresó su intención de visitar a todos los dirigentes regionales en sus respectivas sedes oficiales. El líder socialista establece así su prioridad de que esta Legislatura sea la del consenso. Y como colofón a estas reuniones, dijo que sigue con su idea de retomar la conferencia de presidentes que se celebrará anualmente en el seno del Senado.

Sobre sus primeras semanas de Gobierno con Unidas Podemos, Sánchez quiso mostrar la unidad que impera en el seno del Ejecutivo. Así, respaldó las palabras del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, sobre la “humillación” que había supuesto para la justicia española algunas decisiones del Tribunal Europeo de Justicia respecto al procés catalán. Pero también lanzó un aviso a los independentistas a los que dijo que debían hacer autocrítica de lo que ha pasado desde 2006. Recordó las palabras del ex mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero en la mañana de este lunes en la Audiencia Nacional que afirmó que “la unilateralidad fue una irresponsabilidad”.

El presidente no rehuyó ninguna pregunta ni ningún tema y se refirió a la elección de la exministra Dolores Delgado como nueva Fiscal General del Estado. Dijo que el curriculum de la fiscal es “impecable” y garantizó que trabajará de forma autónoma e independiente. Además, pidió que se le juzgue por su trabajo a partir de ahora y no por prejuicios.

A la oposición, sobre todo a Pablo Casado, le pidió que deje la crispación y modere su discurso porque España necesita consensos en temas tan importantes como el futuro de las pensiones, el pacto educativo o la necesaria renovación de organismos públicos como el Consejo General del Poder Judicial o el Consejo de RTVE.