El portavoz del Partido Popular en el Parlamento Vasco, Borja Sémper, ha dejado ya todos sus cargos. Una decisión premeditada tras casi tres décadas de trayectoria, muy ligadas a una lucha incansable y comprometida contra ETA.
Como parte de "una generación idealista", tal y como señala su entorno, siempre ha estado dispuesto al "consenso, al diálogo y a la negociación", con un carácter "tolerante", algo que quizás no terminaba de encajar en una formación que se ha ido alejando de la centralidad en los últimos tiempos para intentar restar protagonismo a una ultraderecha a la que ha aupado y de la que cada vez es más difícil de diferenciar.
Desde que Pablo Casado llegó a la presidencia del partido, a Sémper se le ha notado, cuando menos, "incómodo". Cabe recordar que apoyó la candidatura de Soraya Sáenz de Santamaría y que, desde entonces, ha sido una de las voces más críticas con Vox y el acercamiento del PP a su discurso.
Una trayectoria "sin complejos"
Borja Sémper, de 44 años de edad, ingresó en 1993 en las nuevas generaciones del PP, teniendo al entonces teniente de alcalde donostiarra Gregorio Ordóñez como referente, quien posteriormente fue asesinado.
Era una época difícil en la que ETA impedía la elaboración de listas electorales por falta de candidatos. Sin embargo, Sémper accedió en apenas dos años a una concejalía en Irún, momento en el que su nombre comenzó a aparecer en pintadas por las calles de la localidad, incluso con dianas en las que se aseguraba que le iban a matar. Pese a las llamadas, los insultos, las amenazas... no le consiguieron amedrentar.
En la actualidad tiene tres hijos y está casado desde 2014 con la actriz vasca Bárbara Goenaga, siendo además un poeta en ciernes, que incluso ha publicado dos libros: "Sin complejos" y el poemario "Maldito (des)amor".
Desencantado con el PP de Pablo Casado
Tras ser apartado de los órganos de decisión del "renovado" PP de Casado, su falta de sintonía con la dirección nacional se ha hecho patente en varias ocasiones. Una de ellas, y quizás la más sonada, cuando la portavoz de la formación "popular" en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, acusó a sus compañeros vascos de "tibieza" con el nacionalismo, llegando a asegurar que el momento político actual es más difícil que cuando ETA mataba, lo que motivó la réplica de Sémper: "Mientras algunas caminaban por mullidas moquetas, otros nos jugábamos la vida defendiendo la Constitución".
"Mientras algunas caminaban por mullidas moquetas, otros nos jugábamos la vida defendiendo la Constitución"
Cuando el PP decidió abrir expediente disciplinario a un juntero provincial, Juan Carlos Cano, amenazado por ETA, que votó por error a favor de que EH Bildu, el portavoz del PP en el Parlamento Vasco salió en su defensa: "Mi partido le abre un expediente. Supongo que para aclarar si es connivente con ETA. A estas alturas. Es descorazonador dedicar una vida a una causa y que esta sea la respuesta".
Tras su decisión, Borja Sémper se une a la larga lista de dirigentes del extinto PP de Mariano Rajoy que han abandonado la política (Soraya Sáenz de Santamaría, José Luis Ayllón, Fátima Báñez, Íñigo de la Serna y Cristóbal Montoro, entre otros), después de que el "temerario" Casado comenzase a reinventar un Partido Popular más preocupado por absorber a sus adversarios políticos a través de una marca blanca que de asumir un viraje que llevó a su formación a los peores resultados electorales de su historia el pasado 28 de abril.