Tras la dimisión de Albert Rivera, Ciudadanos tiene ante sí el reto de buscar una nueva persona que se haga cargo de la formación tras la debacle electoral del 10N. Todos apuntan a Inés Arrimadas y la líder “naranja” ha dejado entrever en una entrevista televisiva que está dispuesta a ello. Se siente “abrumada” del apoyo recibido por parte de sus compañeros y considera que “en situaciones difíciles es cuando hay que dar u paso adelante”.
Ciudadanos nació hace trece años como respuesta al independentismo catalán de la mano de Albert Rivera. Es una formación que no ha conocido a otro líder y ahora con la dimisión del presidente tras la debacle electoral del pasado 10 de noviembre la formación se enfrenta a un doble reto. En primer lugar, debe encontrar a la persona adecuada que se ponga frente a un partido roto. En segundo lugar, debe leer bien las causas que han llevado a que Ciudadanos pase en tan solo seis meses de ser la tercera fuerza política de España, con 57 escaños, a convertirse en la sexta, con tan solo 10 escaños sumida, si no juega bien sus cartas, en la irrelevancia política en el Congreso de los Diputados.
El pasado lunes, con la marcha de Rivera todos miraron a Inés Arrimadas, su número dos y portavoz parlamentaria. En el partido consideran que el relevo natural debe ser ella, a pesar que otros líderes como el vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, amagaron con dar la batalla por la presidencia del partido. La duda que sobrevolaba el ambiente era si Arrimadas quería asumir el reto. Y este lunes, en una entrevista en Antena 3, casi todas esas dudas han quedado disipadas.
Inés Arrimadas ha dejado entrever que asumirá el encargo y ha considerado que “en situaciones difíciles es cuando hay que dar un paso adelante”. Eso sí, ha querido ser respetuosa con sus compañeros de partido y con las reglas de su formación al asegurar que el recambio en Ciudadanos no llegará como “cuando Aznar eligió a Rajoy”. La política andaluza considera que “creo que tengo el apoyo, no sé si unánime porque es pretencioso, pero absolutamente mayoritario, pero tenemos que cumplir unos plazos. Este partido es democrático y haremos primarias”.
A nivel personal, Inés Arrimadas, ha respondido a las preguntas de Susana Grisso que “estoy aquí, estoy fuerte y valiente. Voy a estar a la altura de las circunstancias, pero voy a respetar los plazos”.
Por tanto, parece que si Arrimadas da el paso delante de presentar su candidatura para presidir Ciudadanos nadie le discutirá el puesto. Incluso el propio Aguado, líder del partido en Madrid, matizó sus primeras declaraciones y dejó claro que si su compañera daba el paso la respaldaría desde el minuto uno.
El segundo reto al que se tiene que enfrentar el partido, y el primero que deberá ocupar la atención de la nueva líder, será analizar las causas que han llevado a la formación naranja a perder más de 2,5 millones de votos en seis meses y perder 47 escaños. Inés Arrimadas tiene su propia visión y considera que la estrategia de su partido “desorientó” a sus votantes ya que no supieron explicar su solución de desbloqueo y no movilizó al centro.
La portavoz parlamentaria de Ciudadanos considera que está claro que su partido se equivocó en la estrategia ya que no supo movilizar a su electorado. Arrimadas ha afirmado que un millón de votos de los que perdió se fueron a la abstención y el resto fue a parar a Vox y al Partido Popular. Dentro del desastre, Arrimadas ha querido buscar lo positivo de la situación y considera que no se equivocan en sus valores, en sus programas que sería más difícil de corregir, dando a entender que el problema se solucionará cambiando la estrategia.
Inés Arrimadas ha aprovechado su primera intervención pública tras la dimisión de Rivera para contestar a los críticos, como Javier Nart, que considera que la debacle de Ciudadanos se debió su derechización y sus pactos con el PP, incluso aceptando para ello el apoyo parlamentario de un partido de extrema derecha como Vox. Su respuesta ha sido que “Ciudadanos siempre ha estado en el centro, es un partido liberal, algo que no existía en nuestro país”. Y ha cargado contra “quienes quieran dinamitar el partido por dentro y que nos vayamos todos”.
Arrimadas ha aprovechado nuevamente para arremeter contra Pedro Sánchez “podríamos haber regalado los sies y evitado una repetición electoral, pero es que Sánchez no ha hecho nunca un paso en esa dirección”, ha dicho. En el horizonte de Ciudadanos se adivinan ya, por tanto, dos visiones antagónicas de las razones de la caída de Ciudadanos. Para los más críticos, la causa estuvo en el veto a Sánchez, con quién podrían haber gobernado con una holgada mayoría de 180 diputados. Y por otro lado los que consideran, como Arrimadas, que su error fue no seguir poniendo un cordón sanitario al PSOE y a Pedro Sánchez a quien acusan de forzar la repetición electoral y de elegir solo a su izquierda para gobernar. La lectura final de lo que pasó, determinará si la formación naranja podrá recuperar todo lo perdido o si, finalmente, seguirá el camino de otros partidos como UPyD que prácticamente desapareció cuando su precursora y fundadora se fue.