La Fiscalía ha anunciado que recurrirá a la sentencia de la Audiencia de Barcelona que condenó a "la manada de Manresa" a penas de 10 a 12 años por abusar sexualmente de una menor de 14 años en una nave abandonada en 2016. Ahora fuentes fiscales pedirán que se les condene por agresión sexual con penas de hasta 25 años, al entender en el juicio que sí hubo intimidación de la víctima.
En la sentencia del pasado jueves se conocía que la Audiencia de Barcelona no veía agresión sexual al considerar que, los condenados actuaron ""sin usar ningún tipo de violencia o intimidación para vencer una oposición que no existió u obtener un consentimiento que la mujer no estaba en condiciones de poder dar"", por encontrarse, según argumentan los magistrados, ""en estado de inconsciencia, sin saber que hacía y qué no hacía"".
El Código Penal actualmente establece delito de violación como agresión sexual cuando hay violencia o intimidación (artículo 178), mientras que si no se dan ninguno de estos requisitos y los actos se producen cuando la víctima está bajo los efectos de sustancias que anulan su voluntad, se considera abuso sexual (artículo 181). La Fiscalía, que inicialmente les había condenado por abusos sexuales, decidió al final del juicio elevar la acusación a agresión sexual al entender que si había existido ""intimidación ambiental"".
Los hechos ocurrieron en Manresa en 2016, cuando un grupo de jóvenes acudió a una fábrica abandonada para realizar un botellón y los cinco hombres abusaron de la menor cuando estaba inconsciente, tras haber tomado alcohol y fumado marihuana.
Ante esta situación, según la fiscal, los violadores de Manresa cometieron delitos de agresión sexual ""aprovechándose de su temprana edad, 14 años, su complexión menuda y encontrarse sola en una de las casetas abandonadas bajo los efectos del alcohol y las drogas"". Además añadió que, ""actuaron con superioridad numérica, de edad y de complexión para llevar a cabo su actuación en grupo organizando la acción por turnos"".
La fiscal resaltó que la víctima no consintió los hechos y fue obligada a sufrir los ataques en contra de su libertad sexual, viviendo una situación ""absolutamente denigrante"".