¿Pero de verdad que los líderes políticos, de la oposición, del Govern, y del radicalismo no se dan cuenta de que en estos momentos, todos deben de estar a este lado de la red?. ¿De verdad no se dan cuenta de que ante un incendio lo primero es apagar el fuego y luego aclarar discrepancias?. ¿De verdad no se dan cuenta de que tenemos un Estado de Derecho, con sus Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que están actuando contra reloj, de forma coordinada y exhaustiva por mantener el orden en las calles? ¿De verdad no se dan cuenta de que todos deben de arrimar el hombro y apoyar a la resolución y extinción de las barricadas y los disturbios que están quemando Barcelona y otras capitales catalanas?. ¿De verdad, después de haber estado durante meses bloqueando la formación de Gobierno por parte del partido ganador de las elecciones, los tres líderes de la oposición no se dan cuenta del daño que hasta ahora ya han hecho y el que siguen haciendo?. ¿De verdad no se le cae la cara de vergüenza a Casado cuando sale de reunirse con el Presidente del Gobierno y dice que Sánchez está "sobrepasado", cuando éste le ha explicado al detalle la previsiòn de los acontecimientos, la creación de antemano de un Equipo de crisis interministerial que sigue al minuto los movimientos, las app, los deplazamientos de los CDR y grupos violentos y que investiga y ya tiene información sobre los autores e inductores de los disturbios organizados y orquestados desde instancias y aledaños de la propia Generalitat?. ¿De verdad no tienen la mínima decencia y responsabilidad como para mantener la UNIDAD y la lealtad institucional ni siquiera en una situación de emergencia como esta?.

Como ciudadana y ademas perteneciente a esta clase profesional de periodistas -que también tiene mucha mea culpa que entonar- me declaro agradecidas al “temple, proporcionalidad, firmeza y contención responsable y respetuosa con Cataluña y sus habitantes que está teniendo el Estado y las fuerzas de seguridad” que está teniendo el Presidente del Gobierno y su Ejecutivo y a la calma y responsabilidad con la que está actuando el Estado de Derecho, sin precipitarse, sin sobreactuar y respetando al pueblo catalan ante todo.

Este miércoles, Sánchez ha llamado a capítulo a los tres principales líderes de la oposición, los mismos que desde el minuto cero se lo han puesto difícil no, imposible al Presidene del Gobierno, y no han respetado, tanto el resultado de las urnas, como la asunción de su propia responsabilidad democrática que exige el deber de permitir que se forme gobierno en España -los dos de la derecha por ambición política y su descarada apuesta por el “cuanto peor mejor para ellos” y el de la izquierda minoritaria por su obsesión del “precio por kilo de ministerio”. Los mismos que han bloqueado por bloquear. Sin alternativa. Y ya van seis meses. Que han provocado una repetición de las elecciones. Que se diga claro, la han provocado los que lhan perdido las elecciones y no han asumido los resultados. La han provocado los que no cumplieron con su responsabilidad y deber de permitir el gobierno ganador o plantear una alternativa. Y aquí me dirijo a los medios masivos, casi todos conservadores, dejen de engañar la inteligencia colectiva. La repetición de elecciones la provoca quien no respeta los resultados y bloquea sin presentar alternativa. ¿Es fácil de entender verdad?. Pues dejen de torcer la verdad.

Eso sin hablar de Vox que ya está pidiendo, al estilo MIlans del Bosh, que llevemos los tanques a las calles de Cataluña. ¿No se dan cuenta, de verdad no se dan cuenta, de que tanto Casado como Rivera mintieron como bellacos cuando acusaron al socialista Sánchez de haber hecho un pacto con los independentistas?. Ahí tienen la prueba evidente de ello. ¿Tampoco ahora lo van a querer reconocer?. ¿No se dan cuenta de que mintieron como bellacos, cuando dijeron que ya tenían “hecho el pacto, en la habitación del pánico, los de la banda de Sánchez, con los “populistas” de Podemos?.- Ahí tienen la evidencia. ¿Alguien va a pedir disculpas?. O van a seguir amparados por la complicidad casposa e indecente de unos editores de prensa que ordenan a sus trabajadores “seguir la farsa y tapar la verdad”?. ¿Tan bajo ha caído la opinión pública en este país?. Tan bajo como para no darse cuenta de que en momentos de emergencia en lugar de tener la gallardía de ponerse del lado del Estado, siguen queriendo medrar, dividir, atacar, mentir. Con estos políticos España no va a ninguna parte.

Tan bajo han caido como para no reconocer que a Sánchez no le tembló el pulso a la hora de anteponer los intereses de España y del Estado de Derecho, frente a los intereses propios y de su partido. Conseguir una investidura, metiendo en el Gobierno al Caballo de Troya de Iglesias, obsesionado por el “precio del kilo de ministerio”, pero muy poco por asumir la responsabilidad de formar parte de un Ejecutivo, a las órdenes y directrices del Presidente del Gobierno, donde no podía pretender entrar a “controlar y crear su ruinoso pequeño estado de taifas que llamaba a los políticos encarcelados ´presos políticos´y promovía el incumplimiento de la ley con un Referendum ilegal”. Sí. Sánchez, explicó con claridad cómo un Gobierno no podía albergar ministros que “llamaban presos políticos” a quienes delinquieron y por ello fueron juzgados limpiamente y condenados hoy día.¿Ya se entiende hoy que ese Gobierno de colalicón imposible hubiera saltado este mismo lunes por los aires?¿Llevaba o no llevaba razón Sánchez en sus planteamientos?. Podemos y Los Comuns estarían en la ambiguedad de no entender donde está marcada la línea de la Ley.

Y aún así, el cuarto contendiente que no ayuda a apagar los incendios, Quim Torra, el "payaso heredero" de Carles Puigdemont, a su vez "heredero" de Artus Más. Este último criado por la altísima burquesía catalana de Convergencia, de los Pujol que con el lema "España ens roba", vaciaron las arcas públicas catalanas, tras casi treinta años presidiendo la Generalitat, pero para sus propios bolsillos. Fruto de lo mismo. Político novatos, que han caído ahí por intereses partidistas, que ni siquiera fueron elegidos sino que siguieron la estela de un político cobarde que se fugó en el maletero de su coche y dejó en prisión a Oriol Junqueras y sus compañeros de viaje. Viaje a ninguna parte. La burguesía catalana puso la idea, el dinero, y los independentistas de Junqueras picaron el anzuelo y pusieron la carne de presidio. Y hoy las calles están incendiadas y mientras el Gobierno se arremanga, crea una Comisión de Crisis y apaga los incendios, otros silban y esperan "que le vaya mal". Esa es la clara sensación que dieron a la salida de la Moncloa. Llegados a este punto, y después de los meses de bloqueo por un lado, y de fanatismo independentista por el otro, poco esperamos de ellos.

Quizá, digo solo quizá, hay un político -de la generación de los novatos- emergente que parece tener algo de cabeza, decencia, sentido de la responsabilidad y sentido común. El mismo que reconoció haber vivido y superado su etapa "adolescente" de las camisetas provocadoras y de la poesía ácida y destructora. El mismo que ha hecho click en sus dotes oratorias y puede ser una esperanza para Cataluña. El mismo que exige a Torra y Puigdemont acabar con este sinsentido de la violencia en las calles, el mismo que se está empezando a dar cuenta de que "quizá con la Ley y el Diálogo" el movimiento independentista catalán avance por senderos menos procelosos y sin futuro, el mismo que recordó a un hombre bueno, equivocado pero bueno que "desde su celda, "cada noche mira con lágrimas en los ojos las estrellas mientras se acuerda de sus hijos pequeños que hace dos años no le ven". Se llama Gabriel Rufián un poco de sentido común en el independentismo desnortado.

Por suerte para ellos, el magistrado Manuel Llarena y el Tribunal Supremo, pudieron desplazar unos milímetros esenciales la línea del delito de Rebelión hacia el de Sedición, con lo que lo que podría haber sido una condena por encima de los 25 años de prisión, en todos los casos, se convirtieron entre 9 y 13 años el máximo. Algo que, dada la aplicación de la Ley Penitenciaria, y dado que gracias a la fuga del ínclito Puigdemont, llevan todos dos años en prisión, en estas navidades algunos podran estar con sus familias y el resto en las siguientes. La Ley está para cumplirla, y el Estado de Derecho y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para hacerla cumplir y velar por la seguridad ciudadana y el orden en las calles. Algo tan esencial, que nuestros ínclitos nuevos políticos de la "regeneración democrática" no entienden. Quizá el día que se dió la lección de Constitución y Democracia, no acudieron a clase. En el caso de Casado es entendible, le regalaron un master en la tómbola de Aravaca, pagando, Rivera es banquero y no fue a clases de política, pero lo extraño es el resabiado profesor de Ciencias Políticas. ¿Verdad que no es lo mismo, Pablo I. predicar que dar trigo?. Pues eso, lealtad institucional y a arrimar el hombro que ya los españoles estamos pagando demasiado caro ese nefasto coctel de incompetencia con ambición desmesurada.