¿Quien está detrás de Tsunami Democratic?. Los servicios de inteligencia del ministerio de Interior están investigando quien maneja los hilos de una plataforma, instalada en Instagram, que ya tiene más de doscientos setenta mil seguidores y que sigue una hoja de ruta, de guerrilla urbana, perfectamente diseñada, orquestada y distribuida a través de apps de móviles. Aplicaciones que cuestan mucho dinero, talento e inversión. TS mueve, como un comandante en jefe, a todo un ejército de miles de jóvenes anarquistas, que más allá de su ideología, están sirviendo como carne de cañón a las altas instancias del govern de Torra -brazo ejecutor a su vez del jefe Puigdemont-. En definitiva “el cerebro de Tsunami Democratic moviliza e inflama de rabia y fuego a los jóvenes catalanes para que sus Mossos les apaleen en las calles”.
Tsunami Democratic ha convertido a Cataluña en un escenario de batalla campal. Se sospecha que esta plataforma está alentada y promovida por altas instancias del govern catalán. Esto es un secreto a voces. La primera vez que se escuchó este nombre fue en boca de Jordi Cuixart, quien dio a entender su autoría pero aseguró que no se podía demonizar este movimiento del que dijo que era perfectamente justo y democrático. El “apreteu, apreteu” del president Quin Torra, dirigiendo a los CDR para que se echaran a las calles, en principio en actitud pacífica, se les ha ido de las manos. Y es que llenar de “rabia y fuego” a cientos de miles de jóvenes, universitarios y escolares, a través de una plataforma dirigida por cerebros profesionales, de altas instancias políticas, es como jugar con fuego. En ámbitos profesionales de la Policía se habla ya de que se “está buscando un Cisne Negro”. Un cisne negro, han dicho los sindicatos policiales, es buscar un “acto dramático, un muerto, un infarto, un golpe mal dado, algo que sirva de efecto multiplicador de la rabia y el fuego que inunda las calles”.
Tsunami Democratic, no es un friki metido en un cuarto oscuro. Hay dinero, financiación, informáticos, hay cerebro y hay estrategia política. Todo huele a la propaganda independentista prefijada de antemano, como las embajadas extranjeras, como las imágenes regaladas por la Generalitat a decenas de medios extranjeros, el día 1 de octubre, cuando se buscaron deliberadamente los enfrentamientos con las “fuerzas policiales de ocupación”, como les llaman ellos. Sólo que ahora, los impulsores de esta plataforma han entrado en un callejón sin salida. Tendrán que explicar cómo, a través de una plataforma que acoge a 270.000 personas, en su inmensa mayoría jóvenes anarquistas, desideologizados, llaman a organizar disturbios -ahora ya violentos- para desafiar a las Fuerzas de Seguridad del Estado, y al mismo tiempo, ordenan a los Mossos d’Escuadra a que los machaquen.
Frente a todo este despropósito el Gobierno de Pedro Sánchez hace un llamamiento más que firme, a dejar la violencia y exige a las autoridades catalanas que calmen las aguas y no echen leña al fuego. En este sentido, se han manifestado también las ministras, de Justicia, Dolores Delgado, y la vicepresidente, Carmen Calvo. Esta última incluso ha incluido dentro del marco de lo esperable y razonable una reaccion callejera del independentismo frente a la sentencia del procés. Si bien ha sido firme en pedir que se abandone la violencia. También la portavoz de la Generalitat, Meritxell Budó, en un claro ejercicio de contorsionismo político ha salido a pedir calma y moderación a los CDR y que abandonen las posturas violentas de los últimos dos días. Mientras que a su lado, la consejera de Justicia de la Generalitat, Esther Capella conjugaba la anteior postura con el intento de justificar la "actuación policial de los Mossos como proporcional y correcta".
Este mismo miércoles, el Presidente Sánchez ha llamado a Moncloa a Pablo Casado, y también a Rivera e Iglesias para visualizar apoyo y unidad entre las principales fuerzas democráticas cara al desafío catalán. Les ha instado a tener un comportamiento al lado del Estado y su Gobierno, como así hizo el Psoe en su día, cuando era oposiciñon, para ejercer con firmeza, serenidad, proporcionalidad y eficacia las actuaciones policiales que contribuyan a apagar estos disturbios callejeros en Cataluña y a mantener la legalidad vigente.
Entretanto, ya se está preparando una gigantesca concentración para el próximo viernes 18 de octubre, y Torra, lejos de hacer un llamamiento a que cesen los actos violentos y las algaradas callejeres, se ha sumado a una de las marchas. Pilar Celáa, portavoz del Gobierno socialista pide a Torra que esté a la altura de la institución que preside y haga una clara llamada para que dejen de cortar las vias de comunicacion y que suspendan los altercados violentos. Gabriel Rufián ha insistido también que "no hay ninguna idea ni en politia ni en la via que justifique la violencia".