Siento una profunda decepción pero me niego a pensar que “Rien en vas plus”, la suerte está echada. Me ha salido del alma, resquicios de mi educación francesa. No quiero tener la sensación de que no habrá un gobierno de izquierdas liderado por el #PSOE y apoyado y controlado desde el Congreso por tu partido, #Podemos, que tantas cosas en común tiene pero también tantas discrepancias. Me niego a pensar que no se podrá constituir el gobierno para el que la mayoría de los ciudadanos españoles hemos votado. Una vez desechada la posibilidad de formar un gobierno de coalición, dada la infranqueable desconfianza mutua existente entre ambos, ni se puede esperar la abstención lógica del #Ciudadanos de Rivera (por cierto, ¿dónde está Rivera? ¡Esto si que son vacaciones!), me niego a pensar que la suerte esté echada. Tampoco nadie se explica cómo Cs ha dejado de ser un partido liberal para convertirse en la derechaza española de toda la vida. Obviamente además tampoco podemos contar con la abstención del que supuestamente es un partido constitucional y de gobierno como se autodenomina el #PP. Ahora en manos de un cínico bisoño y ambicionso que ha laminado los restos de materia gris, experiencia y profesionalidad política que por supuesto hay en el Partido Popular.
No quisiera ser pesimista pero empiezo a creer que salvo un giro inesperado en el último minuto por parte de Pablo Iglesias, con el que no cuento demasiado, o de un de repente, prudente, Rivera que se vea despojado de sus rutilantes 57 escaños, nos abocamos a otras elecciones generales en el mes de noviembre. De aquí a que se convoque oficialmente la nueva consulta electoral, Pedro Sánchez y el PSOE van a tener que soportar el acoso de la caverna mediática y de los lideres políticos que no habiendo podido ganar las últimas elecciones van a hacer lo posible y lo imposible por conseguir que el partido que las ganó no pueda formar un gobierno estable. Todos, ya en clave de campaña electoral, harán lo imposible por ganar el “relato” y hacer creer a la ciudadanía que es el partido mayoritario, y ganador de las últimas 4 elecciones, el que no quiere gobernar.
Seamos serios, el PSOE dobla en escaños al segundo y al tercer partido de la oposición, y triplica a UP, la formación que tiene en sus manos que se forme un gobierno de izquierdas. ¿Qué motivación podría tener el PSOE para ir a otras elecciones y arriesgarse a que el trifachito sume?. Ninguna.
No es cierto que Pedro Sánchez piense que el PSOE pudiera salir reforzado en otras elecciones. Todos sabemos que el panorama político español no puede cambiar mucho en el corto plazo. Realmente, solo un partido puede salir reforzado electoralmente, el #PP. Y ello debido a su hundimiento, está en el fondo del pozo con sólo 66 diputados. Un resultado nefasto que no ha quitado la sonrisa de cinismo a Casado ni un instante. El PP puede rescarle algunos votos a la extema derecha y a los radicalizados de Ciudadanos, sobre todo en un escenario de aumento de la intensidad de la crisis catalana después de la sentencia del procés.
No, el PSOE no quiere ir a elecciones, que no os engañen, ¿Qué podemos sacar? ¿Un puñado de escaños más? ¿A costa de quitárselos a Podemos? Por mucho que los nuevos políticos hayan intentado negar la existencia de dos bandos enfrentados, la izquierda y la derecha, estos siguen estando más vivos que nunca y la suma de escaños de cada bando poco va a variar en general. Habría pequeños trasvases de votos entre formaciones del mismo bando, además de que la variable abstención pueda hacer que el resultado electoral tenga consecuencias no previstas. Ir a elecciones es un riesgo, sobre todo para las izquierdas. Dado que las derechas al tenerlo todo perdido no tienen nada más que perder.
Una vez sentado el hecho de que nosotros, el PSOE, no queremos ir a elecciones, deberemos analizar cuales son las decisiones que nos abocarán a llegar a ese escenario no deseado.
Dirán que mi partido no quiere un gobierno de coalición, ¿Verdad señor Echenique? Los gobiernos de coalición se forman cuando diferentes partidos se unen para obtener una mayoría absoluta para gobernar, este no es el caso salvo que incluyamos en el gobierno de España al PNV, ERC, etc y, claro señor Echenique, deberíamos repartir los ministerios de forma proporcional. Les tocaría a “cuarto y mitad” de ministerio. Además, los gobiernos de coalición los forma y dirige el partido mayoritario, y es el Presidente del Gobierno quien elige a los componentes de su Gabinete Ministerial, no se le pueden imponer nombres, especialmente cuando no tienen preparacion ni experiencia de gestión ninguna. Y especialmente cuando le están cantando al oído que vienen a "controlar y a hacer sus propias políticas contrarias a las decisiones socialistas en materias delicadas de Estado".
Por una cuestión de desconfianza mutua, radiada, televisada y descrita ampliamente en los medios, señor Iglesias usted ya rechazó ese tren y ese tren ya pasó y no volverá a pasar. Lo tuvo en sus manos pero, otra vez, su ambición personal le nubló el raciocinio y volvió a equivocarse. ¿O no? Igual es que su verdadero objetivo es el que el PSOE no gobierne y a fe mía que lo puede usted volver a conseguir... Solo tiene que empeñarse en ello, como la otra vez hizo coronando a Rajoy y su corrupción manifiesta y conjurada en algunas sentencias condenatorias y otras pendientes.
Queda menos de un mes para que acabe el plazo de investir al Presidente del Gobierno. Puesto que ningún partido de las derechas va asumir ninguna responsabilidad absteniéndose para que se pueda investir a Pedro Sánchez como Presidente, solo nos queda usted, Pablo Iglesias. Que el futuro de España resida en las decisiones de un partido que cada vez tiene menos apoyos y en el que su líder solo piensa en su interés particular no me parece una situación óptima. No nos merecemos esta escena los votantes de izquierdas y progresistas.
Pablo, demuéstrame que me equivoco y por una vez piensa en el bien común. Piensa en lo que quieren la mayoría de los españoles, hazme caso, ser ministro es bastante difícil, dile a Irene que casi se está mejor de portavoz de un grupo parlamentario que de vicepresidenta, de verdad...