Con la llegada de las altas temperaturas del verano, todos echamos mano del mando del aire acondicionado para combatir el insoportable calor con un buen chorro de aire frío que mantenga nuestras casas lo más frescas posible. Pocos se acuerdan ya de cómo eran sus veranos antes de la popularización de este indispensable electrodoméstico. Pero, como todo, el mal uso de estos aparatos tiene efectos negativos que pueden incidir en nuestra salud. Por eso no está de más buscar alternativas más saludables.
Con los primeros calores de la época estival, son muchos los que se lanzan a por el mando del aire acondicionado para bajar la temperatura de su vivienda o de su oficina y combatir el extremo calor de la forma más efectiva posible. Pero no es mala idea tener en cuenta ciertos aspectos para que hagamos un uso adecuado de este electrodoméstico. De lo contrario podemos poner en riesgo nuestra salud.
Si el calor y sus efectos es malo, también lo es el mal uso de los aparatos de aire acondicionado ya que pueden producir desde efectos nimios como un simple constipado hasta la propagación de enfermedades graves como la legionella.
No está de más tener en cuenta que podemos utilizar otros medios menos agresivos para bajar la temperatura de nuestra vivienda. En el mercado podemos encontrar modernos ventiladores de torre o de techo que mantienen nuestra vivienda fresca y que nos evitan los problemas, por ejemplo, de resecación del ambiente que produce el aire acondicionado.Según eldulcehogar.es existen mejores alternativas para combatir las altas temperaturas sin poner en riesgo nuestra salud y, además, dando un toque de distinción a nuestro hogar con aparatos que no rompen la decoración de la vivienda.
Todos sabemos, porque lo hemos sufrido, que no hay nada peor que las altas temperaturas veraniegas que nos impiden, incluso, conciliar el sueño. Pero no puede ser peor el remedio que la enfermedad. Los expertos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Toráfica nos alertan que hasta un 20% de los cuadros catarrales, laringitis, faringitis o procesos bronquíticos se producen debido al uso inadecuado del aire acondicionado. Estos cuadros clínicos se producen por el efecto irritativo e inflamatorio del aire frío sobre la vía aérea superior, faringe o incluso a nivel bronquial. También temperaturas excesivamente bajas o cambios de temperatura al pasar de un lugar con aire a la calle, hacen que el cuerpo deba aclimatarse muy rápidamente a las nuevas condiciones ambientales.
Hay otro tipo de consecuencias mucho más graves que tienen que ver con el mal mantenimiento de los aparatos refrigeradores. Hablamos de la posible proliferación de gérmenes y bacterias como la legionella. Otros de los principales contaminantes del aire son los hongos s Aspergillus niger y Aspergillus fumigatus, que provocan rinitis, asma, neumonía o neumonitis por hipersensibilidad.
Todos podemos sufrir las molestias de los sistemas de aire acondicionado pero hay personas especialmente sensibles o vulnerables como los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas (como por ejemplo los asmáticos o pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica –EPOC-), los niños y ancianos que deben ser especialmente cautos ante el uso del aire acondicionado.
Por eso los expertos recomiendan que hay que procurar mantener la calidad del aire de interior con adecuada ventilación. En relación al aire acondicionado, la temperatura más adecuada son los 22-24 grados, uno o dos grados más alta por la noche, y mantener una humedad del aire entre un 35% y un 60%.