Al menos 1.800 millones de personas han conseguido acceso a servicios básicos de agua potable desde principios de siglo, pero aún queda mucho por hacer en cuanto a accesibilidad, disponibilidad y calidad del agua. 1 de cada 10 personas no cuenta con los servicios básicos y 8 de cada 10 personas en zonas rurales no dispone de acceso a ellos. Datos que solo recordamos cuando hay catástrofes naturales o cuando como este jueves, 20 de junio, se celebre el Dia Mundial de los Refugiados.
"Si el agua no está limpia, no es segura para beber o está lejos, y si el acceso al baño no es seguro o está limitado, no estamos cumpliendo con los niños del mundo" explica la responsable mundial de Agua, Saneamiento e Higiene de UNICEF, Kelly Ann Naylor. "El mero acceso no es suficiente" añade.
"Los niños y sus familias en las comunidades pobres y rurales tienen mayor riesgo de quedarse atrás", afirma Naylor, que invita a los gobiernos a "invertir en sus comunidades si vamos a salvar estas divisiones económicas y geográficas y entregar este derecho humano esencial".
Según el estudio, cada año unos 297.000 niños menores de cinco años mueren a causa de la diarrea provocada por los problemas de agua y saneamiento, ya que el consumo de agua contaminada y las malas infraestructuras de saneamiento también contribuyen a la transmisión de enfermedades como el cólera, la tifoidea, la hepatitis A y la disentería.
El informe también subraya que 3.000 millones en 2017 carecían de las instalaciones necesarias para lavarse las manos con agua y jabón en sus viviendas. Respecto a la defecación al aire libre, aunque se ha reducido de un 21 % a un 9 % desde el año 2000, aún existen 673 millones de personas que utilizan esta práctica y en 39 países, la mayor parte del África Subsahariana, el número de personas que recurren a este método se ha incrementado.
"Los países deben duplicar sus esfuerzos en materia de saneamiento o no alcanzaremos el acceso universal para 2030" advierte la directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, María Neira. "Si los países no incrementan sus esfuerzos en materia de saneamiento, agua potable e higiene, seguiremos viviendo con enfermedades que podrían haber quedado relegadas a los libros de historia" concluye.
"Ceder en los planes de inversión para la cobertura universal es socavar décadas de progreso a costa de las próximas generaciones" declara la responsable de UNICEF y ello cuando, según Neira, "invertir en agua, saneamiento e higiene es eficiente y bueno para la sociedad en muchos sentidos".