El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, se ha mostrado satisfecho durante la rueda de prensa ofrecida este lunes en Ferraz porque "el PSOE se ha convertido en la primera fuerza municipalista del país” tras la constitución del pasado sábado de los ayuntamientos. A pesar del hundimiento del Partido Popular, que ha perdido en más de las tres cuartas partes de las ciudades y municipios de España, Pablo Casado ha podido presentar una cierta recuperación gracias a la muleta de Ciudadanos, que ha transigido a entrar en un gobierno con PP y Vox (a pesar de que niega tener nada que ver con la ultraderecha).

Con respecto a 2015, la familia socialista ha crecido hasta alcanzar los 2.000 alcaldes y 22.324 concejales, ha aumentado sus resultados en un millón de votos y se ha convertido en la primera fuerza en Alcaldías de municipios de más de 20.000 habitantes en 14 de las 17 comunidades autónomas.

El PSOE gobierna en 48 de las 100 ciudades más pobladas de España, seguido del PP que lo hace en 23 ciudades y Ciudadanos en 3 con alcalde propio, y en 2 en coalicción. Entre las 200 ciudades más grandes, los socialistas gobiernan en 104 de ellas –13 más que en 2015–, los populares en 40, Ciudadanos en 6 y Podemos en 4.

Asimismo, de los 145 municipios españoles con más de 50.000 habitantes, en 86 hay un alcalde o alcaldesa socialista. En total, gobiernan el 55% de las capitales de provincia y ciudades más pobladas de nuestro país.

Sin embargo, el secretario lamenta que su partido “podría haber gobernado en más ciudades” si la derecha y ultraderecha no hubieran unido sus fuerzas. Asegura que lo hicieron con el objetivo de “impedir a cualquier precio que el PSOE pueda tomar el bastón de mando en los municipios”.

En este sentido, ha hecho especial referencia a Ciudadanos, quien se ha empeñado en poner un “cordón sanitario al PSOE incluso a costa de perjudicarse a sí mismo”. Para Ábalos, resulta incomprensible la actitud de un partido como el de Albert Rivera, “nacido para pactar a izquierda y derecha”, y que ahora está “empecinado en jugar en un extremo, convirtiéndose en el principal adalid de los bloques y la confrontación”.

Con su cordón sanitario, Ciudadanos ha hecho lo contrario que proclamaba desde su formación, facilitar ayuntamientos a la derecha, PP y a la extrema derecha, Vox, con el único objetivo de arrebatárselas al partido ganador. Una doctrina totalmente opuesta a aquello que prometió durante su campaña. , Siguiendo las instrucciones de su líder Albert Rivera, CS ha conformado gobierno con el PP y Vox en todas aquellas ciudades donde les ha sido posible. A pesar de haber aceptado acuerdos, vergonzosos, con Vox, el partido de Rivera solo ha conseguido tocar algo de poder en tres capitales de provincias, Melilla, Granada y Palencia, y a medias con el Psoe en Albacete y Ciudad Real (dónde los concejales naranjas han desoído las indicaciones de mantener el veto al Psoe a toda costa). Dentro y fuera de Ciudadanos, y dentro y fuera de Europa, nadie entiende la torpeza de Rivera que ha perjudicado a su partido con tal de castigar a Sánchez.