Tras la auditoría realizada en el Centro Integral de Formación Permanente de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, han sido detectadas una serie de irregularidad que ya han sido remitidas a la Fiscalía para estudiar si procede o no la apertura de una investigación.
Javier Ramos, rector de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), señalaba el pasado jueves 6 de junio durante la celebración del claustro de la Universidad las conclusiones de la labor de auditoría que recientemente se ha realizado en los centros externos de la Institución a raíz del descubrimiento del deficiente funcionamiento del extinto Instituto de Derecho Público (IDP), liderado por el fallecido Enrique Álvarez Conde. El objetivo principal de la Universidad con estas auditorías es dejar atrás la mala imagen que dejaron irregularidades como el caso máster de la ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, o el del presidente del PP, Pablo Casado.
El informe de la auditoría detecta irregularidades contables en la Universidad, por lo que se remitirá al Juzgado de Instrucción número 34 de Madrid que instruye la causa por presunta malversación en el Instituto de Derecho Público (IDP).
Asimismo, también se han detectado incumplimientos de la normativa y de las funciones de control de gasto en el Centro Integral de Formación Permanente de la URJC (centro que se dedicaba a la enseñanza de cursos de oficios que podrían comprender desde la jardinería hasta la fontanería), lo que podría implicar un “grave” perjuicio para las arcas de la Universidad. Por tanto, se ha remitido la información pertinente al Ministerio Público para que éste decida si procede o no la apertura de una investigación.
Fuentes de la URJC han explicado a Europa Press que el Centro Integral de Formación Permanente contaba con dos trabajadores que trabajaban simultáneamente también para el IDP.
Desde la URJC se ha iniciado ya un proceso de transformación del Centro para que sea de gestión interna, de cara a desplegar actividad formativa propia de la Universidad. Lo hará también con otros centros, como el Instituto de Estudios Jurídicos Internacionales, con el fin de “mejorar los mecanismos de control” sobre las enseñanzas que se imparten.
Con estas auditorías, la URJC completa el proceso de escrutinio de los centros propios y adscritos de la institución, iniciando así “una nueva etapa”.