En el terreno político, Josep Borrell, 72 años, que hoy se presenta como cabeza de lista a las Elecciones Europeas de este domingo 26 de mayo, empezó como concejal en Majadahonda , a los 28 años, justo en el año en que murió Franco. Con la victoria de Felipe González en 1982 , fue nombrado secretario de Estado de Presupuesto y Gasto Público del ministerio de Economía y Hacienda, cargo en el que estuvo hasta 1991. En ese tiempo fue considerado el “azote del fraude fiscal” , poniendo en práctica una serie de medidas tendentes a perseguir el mismo. En 1991 fue nombrado Ministro de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente . Desde ahí puso en marcha la liberación del sector de las telecomunicaciones. Incluso en 1993 amenazó a la Comisión Europea con bloquear la liberalización al no conceder a España una moratoria, ya que consideraba prioritario conseguir la universalización del acceso al servio antes de proceder a la completa liberalización.
Fue contrincante de Joaquín Almunia , designado por Felipe González, en las primeras primarias del Psoe en 1998, ganándolas y por tanto siendo candidato a la presidencia del Gobierno . Borrell renunció un año después por falta de apoyo de la dirección oficial -un caso que recuerda mucho a Pedro Sánchez - y sobre todo por responsabilidad y limpieza política, que hoy sería considerada excesiva, al protagonizar un antiguo colaborador suyo de Hacienda un escándalo de fraude fiscal, sin tener el nada absolutamente que ver. En 2004 fue elegido presidente del Parlamento Europeo . Ha trabajado entre medias siete años en Cepsa, Abengoa , ha sido presidente del Instituto Universitario Europeo , con sede en Florencia. Es cosmopolita y políglota. Desde 2015 se ha dedicado a apoyar a Pedro Sánchez espoleado por "aparato del partido" que le forzó a dimitir el 1 de octubre del 2016. Tras recobrar Sánchez el liderazgo del Psoe primero y la Presidencia del Gobierno depués, en mayo de 2018 le nombró ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación . En el terreno personal, cabe destacar que tras vivir en pareja con la ex ministra y actual presidenta del Psoe, Cristina Narbona , durante 27 años, contrajeron matrimonio en verano de 2018. Ha sido autor y coautor de once libros y ha recibido algunos premios muy destacados. El ministro Borrell manifiesta siempre que puede, en círculos privados, que en esta etapa de su vida está en política por responsabilidad y sentido del reestablecimiento de la socialdemocracia en España y en Europa, y que valora cada vez más un poco de tiempo libre y las actividades lúdicas que la ambición política.
HAZ CLICK EN LA IMAGEN PARA VERLA MÁS GRANDE class="img_ampliable" style="margin: 10px; float: right;" src="/fotos/editor/20904/1558691306_BorrellEntrevista2.jpeg" alt="" width="401" height="267" />¿Qué razones les da a los electores para que el próximo día 26 elijan la candidatura del PSOE?
Por un lado, hay que frenar a la ultraderecha que quiere dar marcha atrás en la moviola de la historia y desmantelar el proyecto de integración. Por otro, es preciso, precisamente para derrotar a los nacional-populismos, dar un giro social a la Unión. Solamente la socialdemocracia puede construir una mayoría alternativa tanto a la involución como al status quo que representan los partidos de centro-derecha europeos.
Tras el Brexit, el auge de los populismos, la grave crisis económica mundial ¿Se puede decir que estamos ante las elecciones europeas más importantes de la última década?
Todas son importantes, pero éstas particularmente. Son existenciales, porque por primera vez las fuerzas que ponen en cuestión la integración podrían llegar al 30 por ciento de los escaños, lo que complicaría mucho seguir avanzando hacia el ideal de una unión cada vez más estrecha.
En España, el pasado 28 de abril se consiguió frenar a la ultraderecha, tras el susto de Andalucía ¿Será posible pararla en Europa?
Es posible, si los ciudadanos votan en clave europea, quiere esto decir, escogiendo entre las distintas opciones que planteamos los partidos pro-europeos sobre el tipo de Europa que queremos, y si la mayoría, como creo que es el caso, no se deja tentar por la no-Europa.
¿Necesita la Unión Europea un nuevo impulso para dar respuesta a los nuevos desafíos, como la transición ecológica, entre otros?
Sin duda. Yo propongo un relanzamiento. Una Europa más social, que se preocupe más por los ciudadanos, dotada de un salario mínimo comunitario, de acuerdo con las condiciones nacionales, y que busque el pleno empleo. Esto no es una quimera, la transición ecológica es una gran oportunidad para crear millones de empleos. Es el momento de invertir en un Pacto Empleo Clima, aprovechando los bajos tipos de interés y la inflación contenida. Y también podemos hacer que las decisiones en Europa tengan mayor legitimidad democrática, reforzando los poderes del Parlamento Europeo.
¿Cómo tiene que afrontar Europa el problema de la inmigración que, en cierta medida, ha supuesto el auge de los populismos?
La inmigración, si no se gestiona bien, puede ser el más poderoso disolvente de la integración europea. Es paradójico, pues Europa envejece rápidamente y necesitamos inmigrantes. Pero deben llegar de manera legal, segura, y ordenada. Hay que aumentar las vías para la migración económica, que se han reducido en dos tercios en los últimos diez años, establecer un sistema europeo de asilo solidario, y suscribir acuerdos con los países de origen y tránsito para asegurar el retorno de los inmigrantes en situación irregular.
¿Qué hay que hacer en Europa para liderar la nueva Economía Verde ?
Todos los países deben apoyar el objetivo de la Comisión de alcanzar una economía carbono-neutral en 2050, si es que no antes. Para eso, son necesarios entre 200.000 millones de euros y 1 billón de euros anuales. Por tanto, la transición ecológica es una enorme oportunidad no solo para salvar el planeta y frenar el aumento de las temperaturas, o al menos contribuir en parte desde Europa a que no suban tanto, sino también para aumentar las inversiones y crear puestos de trabajo. Es el momento de lanzar desde la UE el Pacto Empleo Clima, para movilizar unos 400.000 millones de euros anuales a través de un Banco para la Transición Ecológica que financie las energías renovables, las bio-industrias, el reciclaje, y la eficiencia energética.
¿Cree que los españoles siguen creyendo en la UE?
No es que lo crea, así lo dicen todas las encuestas. El apoyo a la UE es prácticamente el único consenso nacional que nos queda. Este europeísmo es un gran activo de la sociedad española y de nuestra política exterior. Debemos aprovecharlo para pesar más en la Unión y para ofrecer a la ciudadanía más y mejor Europa.
¿Cómo hay que afrontar temas locales como la despoblación desde perspectivas globales?
Mediante un refuerzo de las políticas europeas de cohesión territorial.