Cerca de la mitad de los educadoras de infantil (es un sector mayoritariamente femenino) en nuestro país cobran 880 euros al mes aproximadamente. Su retribución apenas supera el salario mínimo interprofesional y no alcanza el 60% del salario medio nacional. Una remuneración muy escasa para trabajadoras, la mayoría tituladas universitarios, que pasan ocho horas al día con niños, instruyéndoles y guiándoles en una etapa fundamental de su vida.

CCOO convoca este martes 21 de mayo una huelga estatal de educadores y educadoras, para cambiar esta injusta situación. Muchas guarderías no abrirán sus puertas y advierten a los padres que busquen otros medios alternativos. Otras guarderías directamente amenazan a sus empleadas para que no hagan la huelga.

Las trabajadoras de este sector afirman que el nuevo convenio solo perpetuará su situación de pobreza, y que muchos de ellas están contratadas con una categoría inferior a la suya, para cumplir con la legislación sobre el número de maestras por aula. Además, revelan que no pueden dejar su trabajo y buscar otro con mejores condiciones porque en otra escuela la situación sería similar. Muchas dicen aguantar estas condiciones por vocación y por amor a su trabajo.

La mayoría de comunidades autónomas han fijado servicios mínimos para esta huelga, por lo que nadie espera que realmente logre parar la firma del convenio. Pero lo que sí puede hacer es dar a conocer la situación de estas trabajadoras y concienciar a la gente de la importancia de su trabajo, lo que sería un primer paso para el cambio.