La única diferencia es que ya se puede pedir el voto sin subterfugios, sin recovecos dialécticos, es decir, como antes, pero ahora el voto te lo piden, no por favor, sino por congoja. En las farolas de las calles, donde antes anunciaban una exposición de pintura rusa ahora aparece Sánchez; en las paradas de autobús donde ayer lucían esculturales y sugerentes cuerpos semidesnudos insinuando que la compra de una colonia puede trasladarte a un mundo lleno de frenesí, ahora es Casado, tan vintage quien nos emociona con ese eslogan de los 60 que nos incitaba a hacer deporte con el “contamos contigo”, que no sé si tendrá algo que ver con la corrupción pasada, pues si no, no se explica que al colgar su cartelón, en la sede pagada por todos, se desprendiera como diciendo …”quita, quita que a la siguiente me expropian”. De todos modos para carteles el de Rivera, concitando a seguirle con ese: ¡vamos!…eso sí, como desde que le conocemos, no nos explica a dónde, a la foto le falta el niño en los brazos para ser el bombero salvador Kurt Russell en Llamaradas. Los “expertos” que la publicidad política ha creado son geniales nos evocan cosas tan transcendentales que nosotros no podemos entender pues van más allá de nuestras vulgares percepciones.

Por lo demás, viernes y sábado electoral me generan más dolores que pasión. No dejan de ser historias de amores difíciles, complejos…casi imposibles, es lo único que parece preocupar, con quién se va a arrejuntar cada uno a partir del 28 y qué tipo de relación piensan establecer. En la Vox de los Ciudadanos Populares todo se convierte en incestuoso: ¿Cuál puede ser la relación de los socialistas con los partidos catalanes, ahora casados con el independentismo imposible? ¿Tendrá dote la relación? ¿Será el referéndum ya negado hasta el hastío? Por el otro lado, está claro el “menas a trua”, la duda que se me plantea es quién va a ocupar cada lugar. Los votos son los que decidirán en caso de ser mayoritarios, el tema es quién hace de macho dominante. De momento el que parece con más papeletas es el de la barba. Por lo menos es el que está marcando el discurso de la virilidad patria.

Entre una cosa y otra escucho los anuncios radiofónicos y me dejan tiritando, todo lo malo que han podido hacer Sánchez y los suyos en pocos meses: han hecho aumenta el paro hasta en los autónomos, y el fracaso escolar no saben cómo ha crecido con el PSOE (PP dixit) con un par…Sin embargo, no llego a escuchar lo no realizado por la derecha en seis años. Por cierto, no oigo a nadie hablar de corrupción, se ha olvidado que frente a los golpistas del lazo amarillo están los no menos golpistas del monedero de piel de la Gurtell, Púnica y ese largo etcétera. La corrupción no puede olvidarse y es también un acto de lesa patria.

No queda otra que tomarnos estas elecciones en serio. En serio y con preocupación. El viernes celebramos el cumpleaños de mi hija y aunque ella se resistía a que también en ese momento lo habláramos, no queda otra pues la cosa se está poniendo preocupante. Mi hijo nos anuncia que sus amigos que votaron a Ciudadanos últimamente pues les parecía lo nuevo y moderno, ahora piensan votar a VOX.

No sé qué pensar en este Domingo de Ramos, anoche fui a pasear a Cala y me encontré con unos tipos que buzoneaban propaganda ¡qué antiguo!, bajaban la calle silbando seguro que los amigos de mis hijos no sabían el qué, yo sí, es aquella que termina con la estrofa de: ¡Arriba, escuadras, a vencer, que en España empieza a amanecer!

¡Cómo para no tomarse la cosa en serio! En España junto a gente muy sensata y responsable existe mucho descriteriado.