Una cosa segura: Las encuestas van a acompañarnos insistentemente hasta la semana antes de las elecciones. La macro encuesta del CIS nos ha dejado unas posibilidades de resultado que pueden pasar de 0 a 100 en 5 segundos; eso va a provocar que los medios de comunicación contraten demoscópicos de alquiler a troche y moche para influir en el voto, en función de su particular juego de interés. Apuesto a que ABC, La Razón y El Mundo enarbolaran, desde ya, el “que vienen los rojos” buscando la movilización de la derecha más dividida desde que Fuerza Nueva, Alianza Popular y la UCD perseveraran en apoderarse del electorado conservador español.

Esta vez ¡hay que esforzarse más que nunca!, existe la fatídica posibilidad de que el PSOE se alce de nuevo con la victoria y “será peor” Sánchez que Zapatero. El discurso de las maldades de la izquierda, por lo que hemos visto, es monotemático a lo largo de la historia de la democracia española. Ahora la narración es fácil: “lo malo no es que gobiernen los socialistas, es con quien van a pactar para gobernar”. Esa va ser la turbulencia perfecta y permanente del vuelo electoral. Crear sensación de miedo, genialidades aparte, evidenciará la poca confianza que la derecha mediática y económica tiene en sus bastiones políticos, tanto a PP como Cs, la hidra de VOX les empezará a ser molesta. Los votos a los reaccionarios pueden incluso hacer que estos, convertidos en escaños, caigan del lado de los socialistas, cosas de la ley d’hont. Por ello de aquí al 28 el clamor será la apelación al voto útil.

Pero salvo que Pablo (Casado) se caiga camino de Damasco y recupere el camino de la derecha normal parece ser el mejor fichaje de los socialistas y el mayor riesgo para España en caso de gobernar, pues una cosa es ganar en las elecciones internas de los partidos y otra muy diferente tener capacidades para dirigir una Nación y esto, me da que es una asignatura pendiente o mal convalidada. El votante de la derecha liberal lo va a tener complicado durante estas semanas deshojando la margarita pues nadie les va aclarar cómo se configura el voto útil. Además, un electorado al que desde hace tiempo se les están avivando las esencias patrióticas, debe de reparar que no es lo mismo el voto útil para la derecha que para España. Eso lo irán viendo según el vuelo electoral vaya avanzando.

Además al votante de derechas se le complican más las cosas con Rivera “el mutante” tendrán que seguir día a día sus pasos para saber que figura adopta cuando nos toque votar. De momento parece que se le ve intentado aducir votantes por las esquinas.

El vuelo despega, por tanto, con destino incierto y quince días por delante, el cruce de soflamas tiene un único objetivo común a todos que el día 28 nadie se quede en casa para evitar que ganen los otros. Si este va ser el debate, pobre España. Los tiempos que han de venir requieren propuestas y certidumbres. Dejemos las torrijas intelectuales y vayamos por las de leche o las de vino, que aquí también se puede elegir.