Aquello de que lo brillante es sencillo, directo y contundente, estos días vuelve a la escena política. A todos nos viene a la memoria la inmensa campaña de Felipe González en el 82, sencilla y eficaz, muy apegada al momento: “Por el Cambio”. Y vaya si cambió. Sacó más de diez millones de votos. La friolera de 202 escaños y se convirtió en “el rodillo socialista” durante los próximos catorce años en los que transformó España.

Efectivamente, con esa ventaja y como dijo Guerra, "a España no la va a conocer ni la madre que la parió”. Y así fue. Hicieron realidad la Sanidad y la Educación Universal igualitartia y gratuita para todos, pensiones para todos, también pusieron en marcha las no contributivas. Los socialistas no se olvidaron de nadie, también pusieron en el mapa los derechos de ganaderos y agricultores, aprobaron las leyes, primero del divorcio -qué tiempos aquellos- después del aborto, leyes para dar visibilidad a los homosexuales y garantizar sus derechos. Derogaron la ley del Adulterio, y es que aunque suene duro, a una mujer que cometía adulterio le podían quitar a los hijos y hasta meter en la cárcel. Llegamos tarde a la democracia europea, pero nos pusimos por delante en modernidad en muchos aspectos.

Casi nadie se acuerda, pero Joaquín Almunia, ministro de Trabajo, revalorizó las pensiones nada mas llegar. Subió el salario mínimo y preparó una ley de reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales. Estaba todo por hacer. Y lo hicieron. Almunia recuerda todavía que Felipe le llamó en la toma de posesión y le dijo que su principal objetivo era “combatir la desigualdad y conseguir la redistribución de la riqueza”. ¿Les suena de algo?. La crisis económica en aquellos años era brutal. Algunas de las grandes fortunas se escandalizaron y amagaron con marcharse de España. En poco tiempo los pensionistas ganaron poder adquisitivo y los homosexuales y colectivos minoritarios adquirieron derechos y se homologaron con el resto de la ciudadanía. La Educación, del Régimen, dejó de estar controlada por la Iglesia, que obligada a los alumnos a ir a misa a diario y en las escuelas a cantar el “Cara al Sol” con la mano de signo fascista levantada. ¡Qué escándalo parecían aquellos cambios!. Y qué orgullo socialista.

En poco tiempo, las universidades fueron gratuitas y el hijo del señorito tuvo las mismas oportunidades de hacer una carrera que el hijo de su jornalero. “Somos los descamisados”, gritaba un ingenioso y brillante Alfonso Guerra que llevaba el socialismo y la organización interna con “puño de hierro”. Como jamás se ha vuelto a llevar. ¿Recuerdan aquello de “el que se mueve no sale en la foto”?. Y haciendo una comparativa a los tiempos de hoy, fue un sencillo lema: “Por el Cambio”, que contuvo en su enunciado todo lo que se hizo las próximas cuatro legislaturas. Es lo que nos ha abierto el baúl de los recuerdos y dado pie a este recordatorio tan necesario hoy que la amenaza de la regresión y la extrema derecha del “Arriba España”,está tan a golpe de un puñado de votos y de una abstención grande por confianza o vaguería de los votantes de izquierdas. Algo que ya en Andalucía ha comenzado y que en el resto de la nación está tan presente y tan a punto.

Por eso, este martes Pedro Sánchez, Abalos, Narbona, Celá, Lastra, Montero, Calviño, Delgado, Llanes, Gabilondo, Batet, JMFranco, Marlaska... y otros destacados dirigentes socialistas han presentado su campaña con el fin de movilizar al electorado progresista y de izquieras. Ya no se podía reutilizar la de 1982, ya que Sánchez la tomó para la campaña de mayo del 2016 con el fin de frenar a Podemos. "Un Si por el Cambio", que resultó y por los pelos logró parar los pies a Iglesias. Este martes, en la presentación, todos han coincidido de que “el enemigo es la abstención” “cada voto cuenta”, “no te quedes en casa”, haz que "la España que quieres” “sea posible”. #HazQuePase. Haz que el cambio suceda. Por eso este 28A la movilización de las izquierdas es y debe ser máxima. Nadie quiere volver a la España de antes del 82, del Nodo y del blanco y negro. La caza, los toros, la Iglesia, las sotanas, los abusos laborales, la discriminación y la intolerancia, el abismo entre ricos y pobres y la desigualdad.

Pedro Sánchez, contra todo pronóstico, ha construido un muro de contención contra esta regresión filo fascista de la extrema derecha, contagiada a las tres siglas: Ciudadanos, PP y los propios Vox. El líder socialista recorre la geografía de norte a sur y habla de la España Feminista, la España de los Autónomos, la España de los Trabajadores, la España de los Emprendedores, de los especialistas, de la tecnología, del progreso, del Contrato Social y los derechos civiles, también de la España Despoblada, del Planeta, de la Transición Ecológica. La España que sacó el socialismo de las catacumbas hace ahora treinta y siete años. No son nada y cuántas cosas han pasado desde entonces.

“Haz que la Igualdad sea posible”. “Haz que la Justicia social y la redistribución de la riqueza rompan el abismo entre ricos y pobres”, dice el argumentario socialista en los mítines de sus principales dirigentes por toda España. Haz que los dependientes y sus cuidador@s tengan posibilidades por encima de la angustia, la penuria y el abandono. Haz que las mujeres sigan empoderándose y no sean, otra vez, relegadas a parir y criar niños y sumisas en sus casas.

Haz que todo esto suceda. Usa tu voto responsablemente.