La propuesta ha recibido numerosas críticas, entre ellas de Podemos, desde donde indicaban que “el problema de la baja natalidad en España no se arregla con propuestas xenófobas, negándoles derechos a las mujeres para decidir sobre sus propios cuerpos u obligando a dar en adopción a los hijos de las personas migrantes a cambio de una falsa promesa de nacionalidad".

Su líder, Pablo Iglesias, añadía que el problema más bien tiene que ver con “la falta de garantías de futuro y de presente" y con "la precariedad y los rectores de los servicios públicos".

Para Podemos, quienes rechazan que esta medida de Casado sea una ‘fake new’, al PP no les importa “mostrar su racismo” ni “defender medidas xenófobas”, algo que nada tiene que ver con la España que vimos en las calles el pasado 8 de marzo con motivo del Día Internacional de la Mujer.

"Nosotros queremos hablar de un proyecto político y de vida, un proyecto de país en el que entremos todas las personas. Más justo y más eficiente, propio del siglo XXI y donde las vidas sean dignas de ser vividas", ha señalado el partido de Iglesias.