El asunto es que al parecer nadie en el PP ha pensado esta última locura, esta vez desalmada, del joven Casado. “La propuesta de Ley de Apoyo a la Maternida, en este punto, se refiere al caso de que una inmigrante en situación irregular quiera dar a su hijo en adopción para quedarse con papeles en España y no poder ser expulsada”. Hiela la sangre pensar que un dirigente político que ha pasado los cortes de un Congreso Nacional y ha sido elegido dentro de un partido de gobierno, como es el Popular, tenga permiso de los suyos parta exponer semejante violación de los derechos más sagrados de la mujer y convertir la rapiña y el rapto en propuesta de Ley. Este individuo, en su fuero interno sabía muy bien lo que hacía en la Plaza de Colón, como preámbulo para aviso de navegantes. Gobernar España con la Extrema Derecha, al precio que sea. Que dios nos coja confesados.

Ni siquiera se ha parado a pensar, Casado, que no habría ley en España que soportara tal tesitura. Que una mujer en situación irregular done a su hijo para que el Estado frene los mecanismos legales que la ley contempla y ofrecerle papeles, no se en qué criterio cabe, pero en el mío se acerca peligrosamente a las prácticas del nacionalsocialismo alemán en los campos de concentración con las prisioneras judías. No se explica en que cabeza puede caber semejante barrabasada y desprecio contra la condición de las mujeres y especialmente de las madres. Incluso se permite decir que con esta nimia cosa, dar al hijo, él ofrecería “que esa madre disfrutarla de toda la protección y garantías en igualdad de condiciones a las mujeres que viven en situación regular en España”.

Con esta Ley de Apoyo a la Maternidad, que pretende dar lecciones a las mujeres para que “sepan lo que llevan dentro”, y restringir las libertades de la mujer, y solo de ella, a decidir sobre el aborto, ahora pretende enseñarlas que es mas importante tener papeles de regulares en España que mantener a su lado a un hijo. El ministro de Interior Grande-Marlaska no ha podido dejar de comentar que estas propuestas le suenan a naftalina de otros tiempos, cuando la Iglesias e instituciones de beneficencia obligaban a madres solteras o chicas pobres embarazadas a dar el hijo a una "familia de bien" a cambio de su silencio y mantener la honra. Organizaciones de Mujeres y cualquiera que tenga sangre en las venas ha calificado esto de delirio extremo, para mi, no hay palabras para describir a semejante zopenco machista y de la política en general.