La cúpula empresarial cree que se podría dar una desaceleración económica en España si estos riesgos que hoy predicen se acaban materializando. Recuerdan al próximo Gobierno que "tiene en sus manos la capacidad de reducir e incluso eliminar estos riesgos internos y revertir la desaceleración".
CUATRO GRANDES LÍNEAS DE ACTUACIÓN
La idea es garantizar la estabilidad política e institucional; intensificar el proceso de consolidación fiscal; continuar el proceso de reformas estructurales, y apostar por la unidad de mercado. La CEOE propone que, tras el 28-A, la nueva agenda contenga reformas estructurales y pactos de Estado. Señalan Sanidad y Justicia, ministerios necesarios según la organización “para afrontar los desafíos de España a futuro”.
La patronal propone que se revise la financiación de la Seguridad Social, separando lo que es contribución de lo que no. ¿Para qué? Para que lo primero se financie con las cotizaciones de empresarios y trabajadores y segundo a través del Estado. Se traduciría, explican, en rebajar el tipo de cotización a cargo del empresario.
Además, se quejan de que las cuotas a empresas que impone la SS española son “considerablemente superiores” a la media europea. Suponen un impuesto sobre el empleo y la competitividad de las empresas, así que instan a que se rebajen.
Y también quieren más eficacia en la gestión de las prestaciones, sobre todo en la incapacidad temporal derivada de enfermedad común. Piden el arranque de reformas simultáneas “en varios frentes”: la lucha contra el fraude en las cotizaciones, que se aumente la edad de jubilación si sube la esperanza de vida…
El marco regulador de la previsión social complementaria es otro de los puntos que modificaría la CEOE. Facilitando incentivos fiscales, más transparencia y disponibilidad, mejorando mecanismos de control, seguimiento y evaluación del absentismo laboral… Proponer, proponen.
Por último, la patronal reclama que la presión fiscal a las empresas se reduzca para alcanzar más competitividad y crecimiento económico. "Los Estados no pueden diseñar sus impuestos con una visión exclusivamente local, las empresas son globales", explican.
Tampoco les hace gracia que se limite la subcontratación. Las reformas que piden nacen del diálogo social y pretenden reducir la dualidad entre contratos fijos y temporales, racionalizar el número de contratos y el régimen de bonificaciones, potenciar la contratación indefinida pero sin penalizar la temporal y mejorar la contratación a tiempo parcial.
En 30 páginas, la CEOE sabe lo que quiere y propone ideas. Ahora es cosa del gobierno que triunfe en las generales del 28-A…