El pasado 26 de febrero 19 miembros del club motero Hells Angels (Ángeles del Infierno), fueron detenidos por los Mossos d’Esquadra en Tarragona. Dos de ellos ya han ingresado en prisión acusados de tráfico de drogas, coacciones, robos con violencia, lesiones, extorsión, tenencia de armas y pertenencia a organización criminal.

Según la policía catalana, los ‘Ángeles del Infierno’ están en proceso de expansión en España, con grupos fuertemente relacionados y estructurados tanto a nivel nacional como internacional. Además, cuentan con órganos de dirección que se encargan de la supervisión de su actividad.

Concretamente, a la banda de Tarragona se les intervino simbología nazi y ha sido calificada por los Mossos de “ultraderechista” y “extremadamente violenta”, pues llegaron a cometer agresiones racistas y xenófobas.

Además, la banda acostumbraba a hacer serias agresiones e intimidaciones a bandas rivales. En 2017, los Mossos ya investigaron el asesinato de un miembro de la banda rival ‘Renegados MC’. También en Cambrils (Tarragona) agredieron violentamente a otra banda, llevándose como trofeo un chaleco de motero de una de las víctimas.

A esto, habría que añadirle una estricta normativa interna que implicaba castigos físicos y económicos a los miembros expulsados, quienes sufrían agresiones, se les obligaba a borrarse los tatuajes con simbología de la banda y se quedaban sin motocicleta. Todo ello bajo amenazas de sufrir represalias en caso de no hacerlo.