La polémica se desató cuando el departamento negó la inscripción de la filiación de los niños a cinco familias españolas. Este martes, el consulado de España ha comunicado que ya está dando salvaconducto a los 39 casos -incluidas también las parejas con niños ya nacidos-. El caso de cada familia en Kiev se analizará de manera individual, según un portavoz del Ministerio de Exteriores. Anteriormente, la minsitra de Justicia, tuvo que salir a insistir sobre la iligalidad de esta práctica en España, cuando un funcionario registrar había inducido al equívoco al asegurar que se podían registrar los nombres de estos bebés. El Gobierno advierte que estos salvoconductos se realizan por meras cuestiones humanitarias, pero que no se harán más excepciones.
La gestación subrogada, que consiste en que una mujer ajena a la pareja quede embarazada y geste el bebé para después ceder su paternidad y/o maternidad a terceros, es ilegal en España. Dar salvaconducto a la situación supone eximir de cualquier castigo -es ilegal en España- a las parejas implicadas. En este caso, se hace de forma excepcional por la seguridad de los 39 bebés, que de no hacerlo así, quedarían abandonados en un país a su suerte.
Exteriores apunta que en 2016 ya desaconsejó la práctica del vientre de alquiler en Ucrania, donde la fiscalía trata de investigar un posible caso de tráfico de menores en una clínica. Aún así, existen cientos de casos de parejas que lo han seguido haciendo: 300 anuales en Kiev, donde un millar de niños nacen por gestación subrogada cada año, según datos recabados por asociaciones y agencias a favor de la práctica.
Un diplomático se desplazará hasta Kiev para resolver la situación “a la mayor brevedad” y ayudar a Rodrigo de la Viña, la única persona que gestiona el registro en el consulado. Además, Exteriores se ha comprometido a solicitar a la Embajada de Ucrania la expedición de pasaportes ucranianos para los menores.
En opinión de aquellos que apoyan los vientres de alquiler, es una solución que solo incrementa la espera y dificulta la movilidad de los pequeños. Una abogada experta y a favor del vientre de alquiler indica que, al ser menores, no podrán ser considerados ilegales por lo que seguirán disfrutando del derecho a colegio y Sanidad y podrán estar con sus familias.
Primero, los menores tendrán que ser ciudadanos ucranianos. Después, podrán solicitar la expedición de un pasaporte para poder viajar libremente. Que consigan el pasaporte español es un proceso mucho más largo y complejo. El pasado agosto ya se dio una situación similar cuando treinta familias no pudieron inscribir a los bebés con nacionalidad española y no contaban con un pasaporte para poder viajar. Tras un mes de espera, la Embajada española en Kiev decidió registrar a los menores.
Para la legislación española, no tiene tiene ninguana validez un documento en el que una madre ucraniana recuncia a su hijo. Por eso, los bebés que estan en Ucrania no son hijos de las parejas españolas "adoptantes". Hasta la fiscalía de menores ucraniana ha abierto alegaciones sobre el tráfico de bebés, ha declarado a este periódico la activista contra los Vientres de Alquiler, Nuria González.
Insisten las autoridades españolas que, a partir de ahora, los bebés nacidos allí tendrán que solicitar el pasaporte ucraniano para regresar. Una vez en España, uno de los padres obtendrá una sentencia de filiación en un tribunal español para proceder a la coadopción del menor junto a su pareja.
Ucrania, destino principal para las parejas deseosas de ser padres que recurren al vientre de alquiler, permite la gestación subrogada en parejas heterosexuales casadas si acreditan su imposibilidad de tener hijos o demuestran que el embarazo es de riesgo. Además, allí cuesta la mitad que en EEUU: entre 40.000 y 60.000 euros. En España es ilegal. Y el gobierno lo ha aclarado por activa y por pasiva, advirtiendo de que una cosa es una situación puntual de mergencia, y otra que se programen los viajes. A partir de ahora no habrá excepciones.