El ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Oriol Junqueras, que se enfrenta a una pena máxima de 25 años de cárcel, ha declarado en el juicio oral del Supremo aseverando que “nada de lo que han hecho es delito” porque “votar no es delito, pero sí impedirlo por la fuerza. El dirigente catalán solo ha contestado a las preguntas de su abogado y se ha acogido a su derecho de no contestar a las preguntas de la Fiscalía, la Abogacía del Estado y la acusación particular.
Oriol Junqueras ha sido el primer encausado por el ‘proces’ de independencia de Cataluña en declarar ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo, presidida por el magistrado Manuel Marchena.
Junqueras ha comenzado su intervención afirmando que se considera un “preso político” y que este proceso en el que se ha visto acusado es “un juicio político”. El líder de ERC ha negado todas las acusaciones que se le imputan y ha dicho que las acusaciones “retuercen la argumentación” ya que, en su criterio “no se sustentan”. Junqueras ha querido dejar claro que para él “nada de lo que han hecho es delito, porque votar no es delito, pero sí impedirlo por la fuerza”.
El ex vicepresidente ha comenzado su intervención visiblemente nervioso, con la voz temblorosa y gesticulando mucho con las manos. En algún momento, ha interrumpido a su propio abogado en la lectura de las preguntas y ha pedido perdón por su vehemencia y ha aclarado que “tengo muchas ganas de hablar ya que llevo un año y medio sin poder hacerlo”.
En toda su argumentación, Junqueras ha querido dejar claro que siempre ha defendido una “solución política” al conflicto catalán y han insistido en defender que la independencia “no es un delito”.
Junqueras ha negado que se usaran fondos públicos para el referéndum ni en la compra de urnas ni las papeletas “a los contribuyentes no les costó nada”.
En uno de los puntos nucleares del juicio, el político catalán ha justificado ante el Tribunal Supremo los hechos ocurridos el 1-O, que incluyen la celebración del referéndum y la Declaración Unilateral de Independencia, debido a que el Gobierno de Mariano Rajoy se negó a negociar nada “la silla de enfrente siempre ha estado vacía”, ha aseverado el acusado.
El abogado defensor de Junqueras, Andreu Van den Eynde, ha preguntado directamente si aceptó usar la violencia y a respuesta ha sido contundente “nosotros siempre hemos rechazado el uso de la violencia. Cualquier objetivo político noble puede resultar inmoral si los mecanismos que se utilizan para conseguirlo son indecentes. A veces en la vida debes seguir entre un objetivo y el cumplimiento de esta moral, esta ética, estos principios. Nosotros siempre hemos elegido estos principios”.
En su repaso a los hechos que se juzgan en el Supremo, uno de los momentos más llamativos ha sido cuando Junqueras ha afirmado que "amo a España. Lo he dicho muchas veces. En el Parlament y fuera. Porque es verdad. ¿Cómo es compatible con que sea republicano catalán? Porque estoy convencido de que el mejor modo de garantizar la convivencia es en un reconocimiento entre iguales".