Un fisgón que se cuela en historias ajenas, en pasados y en casas cuyas historias recomponen el compilado de fotografías. Qué busca Bernardo Aja es el gran dilema de la muestra. El autor refleja su propia historia y la que captura con el objetivo de su cámara a través de elementos teatrales: selecciona personajes y localizaciones.

Las fotografías logran transportarnos a las familias de hoy en día que aún conservan el aura de antaño con una estética contemporánea con ápices residuales del siglo XIX y XX.

El peso de la herencia, el testamento o la pérdida es revelado por la simbiosis entre los personajes de la escena y su espacio íntimo. La mirada del fotógrafo refleja lo perdida que está una generación que vive entre dos muros, entre dos vidas. A través de objetos inservibles, Aja hace que sus personajes transporten la vida al presente. Tras la reflexión, melancolía y nostalgia, el retrato de la angustia, del dolor, de lo pasado.

Bernardo se entromete en la vida y el miedo y crea situaciones cinematográficas, teatrales: un inicio en media res literario, un momento que esconde un secreto. La vulnerabilidad del personaje es fotografiada por Aja, cuyas inquietudes se plasman ahora en Entremuros.