El pequeño país vecino se viste de gala estos días para celebrar la Navidad con todo tipo de actividades, talleres y un enorme despliegue que hace las delicias de sus miles de visitantes.
El Principado de Andorra es un pequeño país soberano del suroeste de Europa. Se considera un Estado independiente, de derecho, democrático y social, cuya forma de gobierno es un tanto curiosa: el coprincipado parlamentario.
Andorra está dividida en siete parroquias, y cuenta con una población total que no llega a los 80.000 habitantes. Vivió grandes dificultades hasta que empezó a ser reconocida internacionalmente tras la Segunda Guerra Mundial, sobre todo como destino turístico, el gran motor de su economía.
Tercera edición de la Aldea de Navidad
La arteria principal de la capital, la avenida Meritxell, acoge actividades, juegos, representaciones y espectáculos, como el túnel mágico de luz y sonido instalado en la plaza de la Rotonda, una de las novedades de este año.
La plaza de Guillemó esconde un sorprendente laberinto de luz, mientras que, en la plaza del Poble, los más pequeños podrán participar en varios talleres mientras los adultos disfrutan de música chill out en directo.
Los niños también pueden visitar la Oficina Mágica de Correos para que hagan entrega de las cartas a los "menairons", que las harán llegar directamente a Papá Noel y los Reyes Magos.
El entrañable Mercado de Navidad, en la plaza del Poble, es la guinda de la "capital de las ilusiones", con paradas tradicionales y una excepcional oferta de productos artesanales y gastronómicos de gran calidad.
El Tió o Papá Noel
Una de las costumbres más arraigadas de la región es el Tió. Se trata de una tradición de origen rural relacionada con el solsticio de invierno, la fertilidad y la naturaleza. Un leño -el Tió- simboliza todos estos elementos. Cada año, más o menos por la Purísima, las familias seleccionan uno, lo ponen en un rincón del hogar, tapado con una manta, y los niños y niñas le van alimentando un poco cada día, hasta que se le hace "cagar" regalos la víspera o el mismo día de Navidad. A la chiquillada se le hace cantar algún villancico en una habitación sin vistas al Tió. Llegado el momento se les llama y mientras cantan el tradicional verso "Caga Tió..." van golpeando sobre la manta y levantándola. Cuando aparece el carbón, la ceremonia se da por acabada.
Esta tradición también se da popularmente en algunas parroquias, que instalan un Tió gigante en la plaza del pueblo para que quien quiera lo pueda disfrutar. Este año estará en Ordino, La Massana, Andorra la Vella y Sant Julià de Lòria.
Por otro lado, Papá Noel se ha incorporado con fuerza a las tradiciones de Navidad de Andorra. Su llegada es uno de los momentos más esperados por los chavales, ya que trae golosinas y también la ilusión de los regalos. Ya sea en trineo, a caballo o en moto de nieve, Papá Noel, acompañado de sus leales ayudantes, es siempre fiel a la cita con los más pequeños de todas las parroquias.