La ONG "Alianza por la Solidaridad" ha presentado en un informe la odisea de aquellas mujeres que deciden emprender el camino hacia Europa en busca de una vida mejor. Al drama de ser migrantes se une el riesgo que corren por el hecho de ser mujeres. Sufren agresiones, violanciones y en muchos casos encuentran la muerte. Bajo el título de “No puedes vivir con miedo porque te mueres”, el documento relata historias reales de mujeres al otro lado de la valla.
“A nosotras nos violan, eso es así. Pocas escapamos. También morimos más, de forma más fácil. En el desierto o en el agua. En cada cruce de frontera, si te quedas al borde del agua estás expuesta a más violencia por ser mujer. Cada hombre que ves, ya sea negro o blanco, bandido o militar, puede convertirse en un agresor”, este es uno de los escalofriantes testimonios de 81 mujeres procedentes de Nigeria, Senegal, Malí y Congo, entre otros, que recoge el trabajo de investigación “Alzando voces”. Se trata de un trabajo realizado por la activista de Caminando Fronteras y periodista, Helena Maleno para la ONG Alianza por la Solidaridad, que publica este martes 18 de diciembre con motivo del Día Internacional de las Personas Migrantes. El objetivo del mismo, es visibilizar las continuas violaciones de los derechos humanos en personas que se encuentran en una situación de enorme vulnerabilidad.
“Este es un informe de testimonios que cruzan todas estas fronteras y nos confronta con otra imagen de lo que somos. La Europa de la externalización de fronteras contribuye y genera unas violencias que no son noticia pero nos retratan como sociedad. Cuando entendamos este mensaje que estas mujeres nos envían desde el otro lado de la valla, quizás podamos iniciar nuestro viaje hacia el futuro”, subraya Maleno en el prólogo.
La mayoría de las mujeres que participan en este informe tienen entre 20 y 30 años y llevan entre uno y tres años residiendo en Marruecos, y en el que las mujeres y sus hijos se sienten, en general, “discriminadas y maltratadas tanto por las instituciones como por la población e incluso los propios colectivos de migrantes”, según los responsables de este trabajo. “Somos víctimas de muchas violaciones de derechos porque somos negras y hay mucho racismo. Pero pedimos ser tratadas como personas. Somos fuertes y poderosas y tenemos mucho que aportar”, apunta una de las entrevistadas.
La investigación fue presentada por Helena Maleno el pasado 8 de diciembre en Marrakech, en el marco de la Conferencia Intergubernamental para la adopción del Pacto Global sobre Migración. Lo hizo a través de vídeo, ya que no se le permitió acceder al recinto de las conferencias.
En este 18D, todos los grups que trabajan con migrantes, quieren conmemorar la difícil travesía de las mujeres. A todas las que con sus propios cuerpos desafían los regímenes fronterizos para encontrar mejores oportunidades para sí y para los suyos. Y a todas aquellas que también ponen sus cuerpos para defender estos derechos. Por el derecho a tener derechos, y por el derecho a defenderlos.
Por su parte, Alianza para la Solidaridad destaca que es necesario cambiar los enfoques centrados en la protección por otros basados en la defensa de sus derechos, además de apoyar el liderazgo de las mujeres migrantes y de sus organizaciones; favorecer sus oportunidades de empleo; garantizar su acceso a la documentalización y la salud y, en general, una acción integral que incorpore la perspectiva de género.