Tras la reciente polémica por la autodestrucción de su obra, ahora 70 de sus creaciones llegan al Espacio 5.1 de IFEMA del 6 de diciembre al 10 de marzo. Una instalación audiovisual revelará pistas sobre el misterioso grafittero mientras las piezas más famosas trazan su polémica trayectoria.
El aura de misterio que envuelve a su figura ha hecho de Banksy un mito del arte contemporáneo. “Su trabajo es un desafío para el sistema, una protesta, una marca extremadamente bien construida, un misterio, una desobediencia a la ley”. Alexander Nachkebiya, comisario de la Exposición, invita a cada visitante a resolver por sí mismo quién es realmente Banksy: “¿un genio o un gamberro?, ¿un artista o un empresario?, ¿un provocador o un rebelde?”.
La exposición busca mostrar la profundidad de su talento, la multiplicidad de sus capas y dimensiones. Será el visitante el que piense y decida qué etiqueta pone o deja de poner a Banksy. Nachkebiya, por su parte, cree que es un genio por “cómo profundiza en el alma de cada uno de nosotros”.
La forma del arte se torna una reflexión involuntaria, casi inherente. Su obra hurga en la política, ética y cultura de la sociedad actual. Pero más que el mensaje, marcan la diferencia el deseo de anonimato y la necesidad de independencia respecto al sistema. No es habitual que el propio artista se despegue del ego y del reconocimiento, como ocurre con Banksy. Y quizá sea eso lo inquietante.
Y no es que él -¿y si fuera ella?- se vaya a lucrar con la exposición sino que “no tiene nada que ver” con el evento. El tema ya despertó revuelo cuando, hace meses, un seguidor informó a Banksy de que una exposición en Moscú cobraba 20 euros por ver su trabajo. Aunque le sorprendiera, admitió que tampoco era el más indicado para quejarse de la gente que actúa sin permiso.
Pero IQ Art Management y Sold Out, los organizadores, ya alegaron en un comunicado que “tienen el derecho de exponer las obras del artista” ya que todos los objetos -obras originales, esculturas, videos y fotografías- pertenecen a coleccionistas privados.
Ya es admirado por las generaciones más jóvenes y lo cierto es que el público que lo conoce es muy heterogéneo, pero ahora los interesados en este peculiar autor podrán ver con sus propios ojos lo que tantas veces han googleado. Tras haber visitado Rusia, este mordisco del universo artístico de Banksy moverá a los curiosos y saciará a los que ya le tenían ganas, todo por aproximadamente 15 euros por persona, audioguía incluida.