La gran apuesta del Gobierno de Manuela Carmena, Madrid Central, echa a andar envuelta en la polémica. Sólo el equipo de Gobierno y los integrantes de Ahora Madrid defienden al 100 por 100 la puesta en marcha de la nueva ordenanza que restringe el acceso en vehículo a una gran parte del centro de la capital de España. Para el PSOE, a pesar de algunas contradicciones, lo mejor hubiera sido aplazar la medida para mejorar la ordenanza y dialogar con todas las partes. Para Ciudadanos, la falta de diálogo hace que se estropee una decisión necesaria. Y para el PP, que ha recurrido a los tribunales desde la Comunidad de Madrid, hoy comienza un plan que perjudicará a los conductores, a los comerciantes, a los vecinos... en definitiva a todos.
La organización de defensa de los Automovilistas Europeos Asociados (AEA) ha agotado todas las vías para que el plan de movilidad del centro de la capital no llegara a ponerse en marcha. Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid le negó a esa organización en la tarde de ayer tomar medidas cautelarísismas para que se aplazara.
El argumento de la asociación era que el acuerdo que regula la ordenanza, aprobado el pasado 29 de octubre, modifica un acuerdo del pleno y se produce una posible infracción del principio de jerarquía normativa. Pero la Justicia no le ha dado la razón ya que no aprecia "circunstancias de especial urgencia en la solicitud de la suspensión".
Sin embargo, Madrid Central tiene todavía pendientes otros recursos. En concreto tres, presentados por la Comunidad de Madrid y por el grupo Popular del Ayuntamiento de Madrid. Esos recursos se estudiaran la próxima semana por lo que en breve sabremos si este estreno es definitivo o sin embargo se paraliza.
Hay que recordar que la medida no es obligatoria hasta el 23 de abril del próximo año.
Los conductores que quieran entrar desde ya a la almendra central de la ciudad deberán tener la pegatina medioambiental de la Dirección General de Tráfico y cumplir las estrictas condiciones que impone la normativa. Aquí explicamos los principales detalles que se deben cumplir.
Pero se puede resumir la norma general (que tiene muchas excepciones). Los coches de cero emisiones podrán circular sin restricciones. Los vehículos con etiquetas medioambientales B y C tendrán distintos niveles de acceso (bien estacionar en uno de los parkings privados de la zona sin tiempo limitado, o bien en zona azul un máximo de 2 horas". Y aquellos vehículos sin distintivo, básicamente, no podrán circular por las calles restringidas. Pero, insistimos, hay bastantes excepciones.
Esta falta de información y claridad en la ordenanza es una de las principales críticas que se le achaca al Gobierno de Manuela Carmena. Muchos ven improvisación en una medida que debería estar estudiada al milímetro. Como ejemplo valga la modificación que se tuvo que hacer para permitir que los padres que lleven a sus hijos a los colegios de la zona puedan acceder con su vehículo. Lo enrevesado de la ordenanza, las excepciones y la falta de sistemas de información podrían convertir Madrid Central en un auténtico caos. Todavía faltan meses hasta que los conductores puedan saber si hay plazas libres en los aparcamientos públicos del centro antes de entrar. Y también habrá que esperar para que la aplicación en la que hay que registrar las matrículas autorizadas esté en funcionamiento.
De momento, para acceder a toda la información se puede consultar en esta página. Y también hay webs en las que se puede introducir el número de matricula de nuestro coche y el sistema nos avisa si podemos circular por la ciudad o no, dependiendo del nivel activo del protocolo de anticontaminación. Aunque las restricciones de Madrid Central son independientes de los escenarios de contaminación.
El 30 de noviembre de 2018 es una fecha ya para el recuerdo. En el futuro se podrá decir que este día comenzó a cambiar la forma en que los madrileños y los visitantes se mueven por el centro de Madrid. El tiempo dirá si también se hablará de que éste fue el comienzo del fin de la contaminación que ahoga a la gran urbe o si por el contrario los efectos de la medida no sirvieron para terminar con la polución por completo y la economía y el comercio del centro de la Capital se hundieron irreversiblemente.