Al volver de dar clase en la Universidad, en el garaje de su casa. Ahí esperaron sus asesinos a Lluch, que pese a haber sido ministro no llevaba escolta ni tenía medidas de contravigilancia. Mataba así ETA a un profundo conocedor del País Vasco pese a no ser vasco, a un partidario del diálogo con la banda terrorista y a un hombre de profundas ideas progresistas respetado en todo el arco parlamentario. También por las propias víctimas del terrorismo, con quienes Lluch colaboraba activamente a título individual.

Pascual Maragall, entonces Presidente del PSC, pidió al pueblo vasco una reacción pues en Lluch tenía un aliado que luchaba por su libertad. Casi un millón de personas salió en Barcelona a mostrar su repulsa por su asesinato pocos días después de suceder.

Muchos dirigentes socialistas han recordado hoy a Lluch en las redes sociales:

Hace 18 años, ETA asesinó a Ernest Lluch. Un buen hombre, un excelente profesor, un ministro ejemplar que defendió el diálogo e hizo de España un país más justo. Hoy, la mejor manera de honrar su memoria es recuperar la universalidad de la #SanidadPública que él puso en marcha. pic.twitter.com/4Vm3vA3Qs5

— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) 21 de noviembre de 2018

Hoy, hace ya 18 años, nuestro compañero Ernest Lluch fue asesinado por los criminales de ETA. Siempre nos quedará el legado de este gran socialista, un hombre de paz, que fue uno de los artífices de la #sanidad pública de nuestro país que hoy disfrutamos. pic.twitter.com/TtJnXFN3JT

— Susana Díaz Pacheco (@susanadiaz) 21 de noviembre de 2018

🌹 Hace 18 años, ETA asesinaba a #ErnestLluch. Un gran socialista y humanista. Un hombre bueno, de valores, luchador por la libertad, los derechos universales y los valores democráticos. Su legado y compromiso fue inmenso. Es inmenso. Sigue con nosotros. pic.twitter.com/ekyiRtpOBB

— José Manuel Franco (@conJoseMFranco) 21 de noviembre de 2018

Cada aniversario las redes recuerdan un vídeo en el que planta cara a unos manifestantes radicales vascos durante un mitin en San Sebastián. En él, que tiene lugar en la campaña electoral para las elecciones municipales de 1999, Lluch les pide que griten, que griten más porque mientras gritan no matan y antes mataban. Un ejemplo de resistencia.