Nacidos en una época de consumismo excesivo, este nuevo arquetipo de consumidor tiene unos métodos de compra novedosos. Las grandes empresas ahora tienen que elaborar mucho más su marketing para poder llegar a ellos.
Estos meses están claramente marcados en el calendario de las marcas, la llegada del “Black Friday”, la proximidad de la campaña navideña y las rebajas hacen que sea la época dónde más tránsito de compraventa se realiza en el año.
Cuando nos hablan de rebajas, ofertas o promociones, a todos se nos viene a la imagen grandes almacenes llenos de gente, con carteles grandes y coloridos promocionando descuentos o 2x1 y unos precios ciertamente increíbles en productos habitualmente caros. Esto sigue sucediendo, y es que el consumidor tradicional, guiado únicamente por los números y que persigue como loco irse a su casa con la satisfacción de haber adquirido un producto por unos céntimos menos de su precio aparentemente inicial, sigue existiendo.
Pero, la realidad es que, en los últimos tiempos, un consumidor con un prototipo completamente diferente está surgiendo. Se puede decir que un excesivo consumismo ha provocado que se pierda la inocencia en los consumidores. La relación entre empresas y consumidores está cambiando, además de no ser unidireccional, ya que ahora se intenta que la comunicación sea mutua, está empezando a tratarse de algo más personal.
Esta nueva generación tiene unos métodos de compra mucho más marcados por los valores, pretenden sentirse identificados con la marca que están adquiriendo y están dispuestos a pagar algo más si esto se cumple. Según un estudio realizado en la Raymond A. Mason School of Bussines de la Universidad William & Mary estas personas se caracterizan por la intencionalidad, la contemplación, la maestría emocional, la trascendencia y la apertura.
Estos “consumidores sabios” son capaces de tomar decisiones de compra que les asegure que les va a salir rentable, valoran mucho más lo que el producto les va a aportar o si mejorará de verdad su bienestar. No se dejan guiar por descuentos o promociones trampa, que ya están más que vistas. Han conseguido eliminar la denominada como “mentalidad de rebaño” y poseen una mentalidad mucho más racional.
Parece que todos deberíamos seguir este fenómeno, y es que de esta manera las empresas tienen que centrarse mucho más en contentar al usuario. Será más difícil para las grandes marcas engañar con falsas ofertas y el consumidor será mejor tratado. Además, nuestras decisiones de compra serán mucho más acertadas y racionales.