Cada segundo, más de 200 kilos de basura van a parar a los océanos y de ellos, se estima que unos 50 billones de fragmentos , son plásticos, sin incluir los trozos que hay en el fondo marino o en las playas. Por ello, 250 empresas han tomado la iniciativa de unirse para reciclar todo el plástico de los mares en 2025.
El plástico supone ya un problema medioambiental de primer orden que está aumentando de forma alarmante. Tanto es así que ya son cinco las islas de basura que podemos deambulan por nuestros cada vez menos azules mares, formadas en su gran mayoría por microplásticos. Dos de ellas están situadas en el Pacífico, otro par en el Atlántico, y una en el Índico. Las consecuencias de todo esto podrían ser una mala gestión de los residuos o de su abandono, pero de cualquier manera, unos 8 millones de toneladas de plástico acaban en los mares y océanos anualmente, formando el 60-80% de basura marina.
Por este motivo, 250 empresas (algunas de ellas multinacionales conocidas como Danone, Coca-Cola,Inditex o Nestlé) se han comprometido a que en 2025 el 100% de estos plásticos sean reutilizables. Y el New Plastics Economy Global Commitment (Compromiso Global por la Nueva Economía de los Plásticos) está buscando crear una economía en la que se pueda eliminar el uso de manera innecesaria de envoltorios y evolucionar a los productos de usar y tirar.
Además, Greenpeace ha propuesto al Gobierno: eliminar el abandono de envases y garantizar su reciclado mediante sistemas de retorno de envases, prohibir el uso de microesferas de plástico, implantar la Directiva Europea sobre las bolsas de plástico y fomentar medidas de economía circular, es decir, que apuesten por nuevos materiales con menor impacto ambiental. Y también facilita una serie de medidas a nivel individual, para que en menor medida, todos y cada uno de nosotros aportemos nuestro granito de arena contra esta causa. Algunas de ellas son: utilizar bolsas de tela, cestas o carros, comprar botellas y envases que se puedan reutilizar, evitar los productos con microplásticos, rechazar envases y utensilios de un solo uso y priorizar los productos a granel.
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Y es que si esto continúa, se estima que en 2020 el ritmo de producción de plásticos aumentará un 900% con respecto a niveles de 1980, lo que quiere decir más de 500 millones de toneladas anuales. Y la mitad de este incremento se producirá tan solo en la última década. En España, el 50% de los plásticos que llegan a los sistemas de gestión de residuos terminan en los vertederos sin ser reciclados. Además, que esto siga como hasta ahora nos puede perjudicar hasta de manera económica, ya que la presencia de basura en el mar puede afectar de forma negativa al turismo y los costes de limpieza de playas y zonas costeras pueden ser más elevados todavía.
Las posibles soluciones para intentar acabar con esta exageración de residuos de plástico en los mares y océanos sería empezar por tomar medidas en los puntos de origen de los residuos. Porque por ejemplo, en el caso de los envases (latas y botellas) de los 50 millones de envases que se ponen a diario en el mercado en España cada día, 30 millones (el 60%) se pierden y pasan a contaminar el entorno.