Las dos últimas semanas su partido ha cosechado dos castigos electorales en las elecciones a nivel regional en Hesse y en Baviera
La todopoderosa canciller alemana Angela Merkel ha provocado un auténtico seísmo político con su anuncio de no presentarse a la reelección como presidenta de su partido, la Unión Demócrata Cristiana.
Las dos últimas semanas han sido complicadas para el partido que gobierna Alemania ya que ha cosechado malos resultados electorales a nivel regional, en Hesse y en Baviera. A estos varapalos se une la situación inestable del gobierno en coalición que formó la canciller hace siete meses.
Todo ello ha hecho que Merkel comience su retirada. En diciembre se celebrará el congreso del partido en el que los demócratas deben renovar la presidencia y con el anuncio de la canciller se abre una nueva etapa en la política alemana.
A pesar del anuncio de la canciller, el Gobierno no peligra, al menos de momento porque los resultados electorales cosechados son malos no solo para la CDU sino también para el SPD.
Merkel permanece al frente de su partido desde el año 2.000 y con su retirada al frente de la formación política se abre un proceso por la sucesión que es imprevisible.
Ahora ya están saliendo a la luz los nombres de los posibles sucesores. Annegret Kramp-Karrenbauer, secretaria general de la formación podría ser la primera candidata a sustituir a Merkel. Pero a ella se le pueden sumar el ministro de Sanidad, Jens Spahn; Friedrich Merz, antiguo jefe del grupo parlamentario de la CDU; o Armin Laschet, ministro presidente de Renania del Norte-Westfalia.
Todo parece indicar que el congreso federal del partido que controla el gobierno alemán servirá para virar a la derecha y abandonar las posiciones “centristas” que ha mantenido Merkel en los últimos años, sobre todo en temas tan delicados como la inmigración.
La carrera por sustituir a Merkel en el partido comienza ya y terminará con la despedida de la mujer más poderosa de Europa.