Las causas de la horrible doble explosión en el puerto de Beirut, que causó la muerte de 160 personas, herido a miles más y privado de sus casas a centenares de miles, tardarán en esclarecerse, si es que alguna vez se llega a saber lo ocurrido. El almacenamiento fraudulento e incomprensible, durante años, de 2750 toneladas de nitrato de amonio, un compuesto altamente volátil, ha evidenciado la quiebra del Estado libanés: descontrol oficial, información deficiente, falta de seguridad básica y descoordinación de los servicios públicos.